La UD Ibiza rascó un punto en Lugo. El equipo ibicenco no pasó del empate sin goles ante un conjunto gallego que se habría llevado la victoria a los puntos si hubiera sido un combate de boxeo. Los celestes, que abandonaron el Anxo Carro sin saber el nombre del portero rival, no pudieron con un conjunto lucense que fue el único que creó peligro.
Juan Carlos Carcedo planteó un once con cuatro novedades con respecto al último partido liguero. Escobar fue el elegido para el carril izquierdo ante la baja por sanción de Morillas. Juan Ibiza formó dupla con Gálvez en el eje de la zaga en detrimento de Rubén. Arriba, Castel y Nono entraron por Ekain y Cifuentes, respectivamente.
La primera mitad la dominó el conjunto lucense. Los gallegos, a pesar de ser inferiores en lo que a posesión se refiere, fueron los únicos que realmente buscaron la portería contraria. Herrera fue el primero en avisar con un disparo lejanísimo que se estrelló en un defensa, pero la aproximación celeste no fue más que un espejismo.
No tardaron en responder los locales. Primer, Carrillo, tras hacer un sombrero en el área, vio cómo Gálvez le privaba de un remate a placer al aparecer raudo y veloz para despejar la pelota a córner. Tras el saque de esquina, Lebedenko se sacó un zambombazo desde fuera del área que llevaba marchamo de gol, pero un zaguero desvió la pelota cuando la pelota se dirigía como un obús a la portería.
Comenzó el acoso de un Lugo que estuvo aún más cerca de marcar en el minuto 18. Juampe lanzó un potente chut desde fuera del área que obligó a Germán a lucirse con una palomita de foto. Los de Juan Carlos Carcedo se sostenían en el partido y, afortunadamente para sus intereses, cerraron huecos para evitar llegadas tan fáciles como las que estaban protagonizando los de Rubén Albés.
Eso sí, el Lugo, que tuvo que introducir a Canella por el lesionado Lebedenko pasada la media hora de juego, aún tuvo una ocasión más para marcharse con ventaja al descanso. De nuevo Germán evitó el tanto al repeler un disparo raso de Gerard Valentín en los últimos compases de este primer tiempo.
Lo que mejor le vino a la Udé fue el descanso. Los unionistas no habían sido capaces de generar peligro. De hecho, habían evidenciado una notable nulidad de ideas en la creación, un juego apático y cero lanzamientos a portería. Por su parte, los lucenses, sin hace nada del otro mundo, sí habían comprometido en varias ocasiones la meta rival.
Segundo acto
Tras el asueto, el partido siguió por los mismos derroteros. De hecho, el primer acercamiento lo protagonizaron los gallegos con polémica incluida. A los tres minutos, Chris Ramos cayó en el área tras un choque con Gálvez, acción que el árbitro y el VAR no consideraron suficiente como para pitar penalti.
El equipo de Juan Carlos Carcedo respondió a los diez minutos. Una jugada de Herrera finalizó con un disparo fuera de Castel por poco. Sin embargo, el peligro lo seguía protagonizando el cuadro lucense, que anduvo siempre más cerca de desnivelar la balanza.
Por ejemplo, en el 64, Ricard dejó atrás a Manu Molina y puso un pase de la muerte que Gerard Valentín desperdició al chutar arriba. Mucho más clara fue la de Señé, que, tras un balón prolongado por Barreiro, se anticipó a Fran Grima para cabecear a placer ante la media salida de Germán, pero la pelota se marchó lamiendo el palo. Anteriormente, Juan Ibiza había probado fortuna con un cabezazo al segundo palo por parte de los visitantes.
En la recta final, un centro de Gerard Valentín se topó con el travesaño. Tras este susto, no hubo tiempo para más y el duelo finalizó con el mismo marcador con el que comenzó. De esta forma, la Udé encadena cuatro partidos sin ganar, pero, al menos, saca un punto en el feudo de un posible rival directo en la lucha por la permanencia.