La UD Ibiza no pudo dar la sorpresa contra el Tenerife. El equipo celeste cayó por 2-0 en un partido que se le puso muy cuesta arriba en poco más de un cuarto de hora. Un doblete de Mario González, prácticamente en las primeras llegadas locales, enfriaron las ideas del conjunto unionista. Pese a la derrota, los pitiusos no se alejan de la zona de playoff ya que los resultados de la jornada no le han perjudicado.
No pudieron empezar peor las cosas para la Udé. Primera llegada tinerfeña, primer gol. Poco más de tres minutos necesitaron los chicharreros para romper el cerocerismo. Una recuperación en campo contrario permitió a Elady avanzar con el balón y meter un buen pase a Mario González, que batió al portero con un zurdazo en el interior del área.
Tocaba la difícil tarea de tratar de remontar contra el equipo menos goleado de la categoría. Y lo cierto es que los ibicencos, que justo antes del gol habían protagonizado el primer acercamiento del partido con un cabezazo desviado de Castel, no encontraron la forma de reaccionar.
El cuadro de Luis Miguel Ramis demostraba por qué va tercero en la tabla y no tardó en ampliar su renta. Primero avisó Álex Muñoz, cuyo disparo se marchó directamente al portero al cuarto de hora de juego. Dos minutos después, Mario González firmó su doblete particular. El delantero picó el balón ante la salida de Álex Domínguez tras una magnífica cabalgada de Mellot, que metió un pase entre líneas perfecto.
Davo trató de replicar con un zapatazo desde el vértice del área, pero el portero despejó la pelota a córner. Ahí finalizaron las aproximaciones de peligro de los pitiusos. El partido entró entonces en una fase de centrocampismo y una batalla física que impidió que se vieran muchas más ocasiones de gol, llegándose al descanso con un 2-0 que ponía el partido cuesta arriba a la Udé.
Cambio táctico
Paco Jémez no esperó ni un segundo más para tratar de cambiar el guion del encuentro. Javi Lara y Kevin Appin salieron de inicio en el segundo tiempo en lugar de Javi Pérez y Cifu.
Su entrada respondía también a un cambio táctico por parte del técnico cordobés, que trató de imprimir un carácter más ofensivo a los suyos con 3-2-3-2. Goldar, Juan Ibiza y Escobar formaron una línea de tres atrás, con Lara y Molina en el doble pivote. Por delante, una línea de tres compuesta por Davo, Appin y Herrera, con dos delanteros en punta: Castel y Guerrero.
Con esta idea, la UD Ibiza iba a tratar de tambalear la sólida retaguardia del Tenerife. Y no tardó en darle el primer susto. La presión de Castel surtió efecto ante un Sergio González que pasó mal el balón atrás. Sin embargo, el goleador celeste desaprovechó un dos contra uno. Su pase a Guerrero, solo en el punto de penalti, lo desvió José León.
El conjunto chicharrero, bien replegado, no dejaba huecos atrás. Con el marcador tan favorable, no tenía necesidad de arriesgar, de ahí que se le viera menos en ataque. Eso sí, Álex Bermejo lanzó un aviso en el 56. Su disparo desde la frontal del área se marchó a las nubes.
La Udé le dio una vuelta más de tuerca para recortar distancias. Ekain, que disfrutó de sus primeros minutos con Jémez, y Miki Villar sentaron a Guerrero y Herrera, respectivamente en el minuto 59. Unos segundos después, doble ocasión para los visitantes. El primer remate de Davo lo sacó Mellot en el área pequeña y el posterior disparo de Javi Lara se marchó junto al palo. Fue la mejor oportunidad de la UD Ibiza, que dejaba escapar una buena ocasión para reducir diferencias en el tanteador.
Los unionistas insistieron. Appin no sacó tajada de un par de acciones a balón parado y Ekain lanzó muy flojo desde fuera del área, casi a la desesperada. Mucho más claro fue el acercamiento del local Andrés, que, tras una acción individual, se plantó solo ante el portero, que evitó el tercero por el palo corto.
La Udé buscó a Castel por alto. El pichichi celeste tuvo dos opciones de cabeza, pero ambas ocasiones murieron en las manos del guardameta. Los minutos ya pasaron con más pena que gloria. La UD Ibiza había dominado los registros en la segunda parte, pero lo cierto es que el Tenerife pareció no sentirse incómodo con el ritmo del encuentro. Al final, el marcador ya no sufrió cambios. Los chicharreros siguen metidos de lleno en la batalla por el ascenso directo, mientras que los ibicencos ven ligeramente frenada la ilusión por acceder al playoff.