No pudo ser. El Sant Josep no jugará la final por el título balear ni estará en la fase nacional por el ascenso de categoría. Los ibicencos cayeron ayer en el partido de vuelta ante el Mallorca (16-12) y ven frustrado su sueño tras ganar el sábado en Ibiza (9-8).
Jugar de un día para otro pasó factura a los josepins, que llegaron con muchas menos fuerzas que un rival más joven. Fue un partido más igualado de lo que dicta el resultado. De hecho, los pitiusos tuvieron opciones para meter el miedo en el cuerpo a los mallorquines y pelear hasta el final, pero fallaron a la hora de la verdad.
El encuentro se empezó a escapar en el tercer cuarto, cuando los locales abrieron una brecha de cinco puntos que parecía definitiva. El conjunto que lidera Diego Barturen no se rindió y logró ponerse a dos goles en el último cuarto.
Así, tuvieron tres superioridades numéricas para ponerse a uno, un resultado que les hacía ir a los penaltis. No lo lograron y, en la recta final, el Mallorca acabó dando el golpe de gracia hasta el definitivo 16-12.