Pedro Juan Marí (Ibiza, 20-09-1963) se proclamó campeón de España en la categoría de +55 años el fin de semana formando pareja con Julio López Mazuela. Es la segunda vez que obtiene un título nacional –en 2020 obtuvo este mismo–. La próxima temporada da el salto a +60 y sueña con ser convocado por la selección española para el Mundial.
—¿Qué se siente al poder decir que es campeón de España?
—Hace dos años ya lo había ganado cuando empezaba prácticamente en esta categoría de 55 años. Este año me siento mejor porque era el último para mí en esta categoría y era más difícil ganarlo. Siento una mayor satisfacción porque no éramos favoritos.
—¿Quién fue el primero en felicitarle por su logro?
—Mis amigos de Ibiza y, claro, mi familia. Mi mujer estaba conmigo supernerviosa. También un club de Palma estaba pendiente.
—Supongo que estará orgulloso de dejar el pabellón ibicenco en la cima y pasear el nombre de la isla.
—Ser campeón de España no es fácil en nada. Jugar en 55 es lo mismo que cuando juegas teniendo 20. Tienes rivales de tu categoría. Campeón de España sólo hay uno y es algo muy complicado. Creo que tiene bastante mérito.
—¿Cómo es su preparación para conseguir éxitos de este calibre?
—Se trata de tener mucha constancia. En invierno, que es cuando más tiempo libre tengo, voy al gimnasio por la mañana y hago mis carreras en la máquina de correr, abdominales... Trabajo el físico y, además, juego al pádel cinco o seis días a la semana. Jugar muchas veces es clave. No hay más secretos: jugar y entrenar. El secreto es el entrenamiento. Si no entrenas, es imposible.
—¿El pádel tiene edad? Se lo comento porque todos, jóvenes y mayores, lo practican.
—El pádel está en auge y es el segundo deporte con más licencias por detrás del fútbol. Y hay que sumar los que juegan sin licencia. Antes, los niños pasaban del tenis al pádel, pero ahora juegan ya directamente al pádel. Ya no pasan previamente por el tenis y por eso tiene este auge. Ahora también hay un gran auge en Europa. Antes nadie jugaba. Hay un boom increíble y ya todos los americanos quieren jugar al pádel también.
—¿Qué tiene este deporte para tener tantos adeptos?
—Es muy fácil. El pádel viene del tenis. Eso no se puede obviar. El tenis es mucho más difícil. Si no has jugado nunca a deporte de raqueta, juegas al tenis y es complicado que te diviertas, sobre todo si empiezas tarde en este mundillo. Al pádel, al ser más fácil, rápidamente te diviertes jugando un partido. Es muy social. Todo el mundo se engancha. Eso es lo que pasa. El profesional juega al tenis, pero la gente media se pasa al pádel porque se divierte mucho más y puede competir.
—Cuando uno se proclama campeón nacional, ¿qué otros retos puede plantearse?
—Mi reto es ganar el año que viene el Campeonato de España en mi nueva categoría, la de 60 años. Si encuentro una pareja más o menos adecuada, intentaré volver a ganarlo. Creo que tengo más posibilidades que este año al ser mi primer año en la nueva categoría. Luego, a ver si me convocan para el Mundial. Este año fueron a Las Vegas los de más de 55 años, pero yo sabía que no iría porque me pasaba un poco en edad. A ver si el año que viene me coge la selección nacional. Es lo que espero.
—Con Julio López Mazuela se ha proclamado dos veces campeón. Parece que no les ha costado entenderse.
—Le conocí en un Campeonato de España de selecciones autonómicas. Yo iba con Baleares y él, con Navarra. Jugamos un partido en contra. Nos hicimos amigos. Él juega en la derecha y yo juego en la izquierda. Me gusta el tipo de jugador que es: muy fuerte físicamente. A la derecha no falla. Me prepara el punto. Empezamos a jugar y el primer torneo lo ganamos. El año que viene me toca cambiar porque él es más joven que yo.
—¿Ya ha entablado contactos para formar una nueva dupla?
—Digamos que tengo dos o tres novias, pero aún no lo sé.
—¿Qué le parece el nivel del pádel en Ibiza?
—A nivel absoluto es muy bueno. Hay 20 personas que juegan muy bien y buenos equipos como el Ibiza Pádel Indoor y el Club Esportiu Eivissa. De abajo van saliendo chavales buenos. Pero estamos en Ibiza y no podemos competir con Palma, Madrid o Barcelona.