La UD Ibiza aún tiene opciones matemáticas de finalizar en la segunda plaza, que actualmente ocupa el Córdoba. El problema es que no depende de sí misma para ello, pero el lado positivo es que tiene la oportunidad de meter una importante presión a los blanquiverdes, ya que se enfrenta a ellos este sábado en el Estadio Municipal de Can Misses (19.00 horas).
Los celestes necesitan ganar sí o sí a los cordobesistas. De hacerlo, se pondrían a tres puntos del subcampeonato a falta de una sola jornada. En esa última fecha, la Udé rendirá visita al campo del Recreativo de Huelva, mientras que el Córdoba recibirá al Algeciras en El Arcángel.
Cualquier otro resultado que no sea un 1 en la quiniela dejaría a los unionistas sin opciones de alcanzar la segunda plaza. Además, pondría en peligro la tercera plaza dado que el Málaga, cuarto, está a tres puntos de los pitiusos y tienen el goal average ganado.
El triunfo de la UD Ibiza contra el Castellón el pasado domingo (1-3), que supuso la primera victoria de la ‘era Onésimo', ha despertado la ilusión entre los aficionados. No era para menos dado que la dinámica de juego y resultados de los unionistas estaba dejando bastante que desear, con sólo dos victorias ante rivales de la zona de descenso (Melilla y Atlético Baleares) en las últimas 13 jornadas.
Es cierto que el cuadro ibicenco comenzó perdiendo y que remontó a partir de la tempranera expulsión de Borja Granero (minuto 36), que permitió a los insulares disputar más de medio partido en superioridad numérica. Sin embargo, también es verdad que el conjunto de Can Misses desplegó un buen juego ante el campeón, protagonizó varias aproximaciones de peligro y se llevó los puntos de un campo donde solamente había ganado un equipo este curso: el Córdoba.
Además, la Udé mostró siempre una versión ofensiva e inconformista, muy distante del conservadurismo de la época de Guillermo Fernández Romo. Onésimo ya había advertido que su equipo debe buscar continuamente el gol y así quedó patente en Castalia.
El club consideró oportuno un cambio para variar el rumbo de un equipo que no estaba rindiendo ni ofreciendo regularidad en la segunda vuelta con el objetivo de encarar la fase de ascenso con otras sensaciones. De momento, tras lo visto en Castellón, parece que el chip ha cambiado, si bien todavía es demasiado pronto para realizar evaluaciones.
La victoria del domingo supuso la clasificación matemática para el playoff. Ahora, toca amarrar la tercera plaza y, por qué no, pelear por la segunda, que tiene como premio enfrentarse al quinto clasificado del grupo 1. En estos momentos, dicho puesto lo ocupa la Ponferradina, mientras que el cuarto, que se medirá al tercero del grupo 2 (la UD Ibiza en estos momentos), es el filial del Celta de Vigo.