Una horrible primera parte ha penalizado totalmente al Trasmapi Gobycar Citubo UD Ibiza HC Eivissa ante el Alcobendas (20-25). El mal hacer del primer tiempo impidió que el atisbo de reacción fuese fructífero y aunque se acercó en el segundo tiempo, acabó desangrándose de igual manera.
El partido empezó con exclusión de Peinado. Apenas habían pasado 30 segundos cuando los ibicencos se quedaban en inferioridad y eso lo aprovechaban los madrileños para ponerse 0-2. El primer tanto ibicenco llegó con el 1-3, en una acción que también llevaba el premio de la exclusión. Eso sí, los de Eugenio Tilves no lo pudieron aprovechar y al paso por el minuto 7 se manteía el 1-3 y el portero visitante era el gran protagonista con cuatro paradas.
En la portería ibicenca también estaba apareciendo Broto y dos goles de Basualdo permitió acercarse a los celestes con el 3-4. Llegó entonces otra exclusión de Peinado, seguida de una de Aguilera. Los visitantes salieron vencedores de este intercambio (3-6), pero un gol de Bodí hizo que con el 4-6 se cruzó el ecuador de la primera parte.
Tenía que mejorar el conjunto local, sobre todo en ataque, donde no estaban teniendo puntería ni desde los siete metros. Cuatro goles en 20 minutos (4-8) eran unas cifras que hacían imposible sacar algo positivo. Además, Teixeira había visto la tarjeta roja para complicar más las cosas.
Con el 5-10 y poco más de seis minutos de la primera parte por disputarse, Tilves pidió tiempo muerto para intentar arreglar un poco las cosas antes de que llegase el descanso. Urgía una reacción. La primera jugada fue una pérdida y un nuevo gol de Alcobendas… seguía el desastre. Bodí no encontraba ni la portería en otro siete metros. Era el tercero que fallaba el cuadro celeste. Era tan mala la imagen, que la siempre caliente pista de es Pratet se estaba quedando helada. Dos goles de Diego Prada en el tramo final permitió acercar un poco el marcador (7-12) y cinco abajo se marcharon al descanso.
El HC Eivissa salió con otro aire de los vestuarios y con un parcial de 3-0 se volvió a meter en el partido (10-12). Los de Eugenio Tilves parecían un equipo completamente diferente y con el 12-13, el técnico visitante paró el choque.
El partido se estabilizó y entró en un intercambio de golpes en el que la diferencia se mantenía. El problema estaba en que no encontraban la manera de frenar al pivote visitante. López Boyarizo estaba destrozando a la defensa. Además, en el otro lado volvía a aparecer el portero visitante, que acabó el partido con más de un 50 % de paradas. Con el 16-19 se entró en los últimos 10 minutos de juego.
No era capaz de reducir la ventaja el cuadro ibicenco y el partido poco a poco fue muriendo hasta el definitivo 20-25. Tiene mucho que mejorar el equipo de Tilves si no quiere pasar apuros esta temporada.