El Class Sant Antoni ha caído este sábado ante el Prat (85-103) en el partido de vuelta de la segunda ronda del playoff de ascenso a Primera FEB. Una derrota que no afecta, ya que la enorme ventaja de la ida fue suficiente para cubrir el mal partido. Un tropiezo que debe servir para aprender, pues la defensa ibicenca, quizás por el exceso de confianza de saber que lo tenían casi hecho, fue prácticamente inexistente. Debe servir de aviso para recuperar la senda correcta. Si te meten más de 100 puntos no hay nada que hacer.
El choque arrancó con un triple del equipo del Prat al que respondió Dani de la Rúa con una buena entrada en la que recibió falta, pero sin poder convertir el adicional. Había salido bien el conjunto catalán al partido y llevaba la iniciativa en el marcador en los primeros compases. Tres tiros libres de Gantt permitían empatar con el 7-7 y tras un fallo en el triple de los visitantes, Laron Smith ponía a los ibicencos por delante por primera vez (7-9) y a la postre sería la única ventaja local.
Pero los del Prat estaban muy finos y respondieron con un importante parcial que ponía el 9-15 en el marcador. Apareció entonces el lanzamiento exterior de los de David Barrio. De la Rúz, Llorca y dos de Zidek en cuatro ataques seguidos para ir acercándose poco a poco, pero los visitantes también seguían enchufando y con el 21-25 a falta de tres minutos para que se consumiese el primer cuarto, Barrio paró el partido.
El tiempo muerto no surgió efecto. La defensa ibicenca no sencillamente no estaba y eso permitió al conjunto visitante terminar el primer cuarto con 32 puntos por los 24 del Sant Antoni. Sencillamente había dos velocidades en el partido y los portmanyins tenían que empezar a ponerle intensidad si no querían ver comprometida su gran ventaja.
El segundo cuarto empezó con dos triples visitantes y la diferencia de 29 puntos en la eliminatoria ya era de 15. Había que reaccionar antes de que el Prat se empezase a creer que la remontada era posible. Poco a poco, el conjunto de Barrio iba ajustando en defensa, pero en ataque había demasiadas prisas y nervios. La mejor noticia era que cuando apenas se habían jugado cuatro minutos, llegó la quinta falta visitante y los tiros libres podían ser una tabla de salvación para solucionar los problemas ofensivos.
El Class no estaba y con el 27-42 y cinco minutos para el descanso, Barrio gastó otro de sus tiempos muertos. Antes de la mitad del encuentro, el Prat ya había recuperado la mitad de su desventaja con un Sant Antoni que sólo había logrado tres puntos en cinco minutos. Dos tiros libres y un gran triple de De la Rúa daban aire a los ibicencos. Acto seguido llegó el susto. El propio De la Rúa se iba al suelo quejándose de su rodilla, pero en el segundo tiempo podría regresar a la pista.
Tardó, pero llegó la defensa ibicenca. La intensidad aumentó y con ello se logró frenar la efectividad catalana. En un visto y no visto se pasó del estado de alarma a la euforia y con el 41-46 llegó el tiempo muerto visitante. Restaban dos minutos y 31 segundos para el descanso y llovía mucho menos. Al descanso seguía mandando el Prat, pero el 47-53 ya no era peligroso.
El segundo tiempo arrancó con igualdad. Estaban muy parejas las cosas y ninguno de los dos equipos se imponía. Había más errores que aciertos, pero el cronómetro jugaba a favor de los portmanyins que contaban con la enorme ventaja cosechada en el partido de ida. En el ecuador de este tercer cuarto la diferencia seguía siendo de seis puntos (56-62).
Dos canastas seguidas de los visitantes (56-67) obligaban a David Barrio a volver a parar el partido para ajustar piezas. No era el día de los ibicencos y no quería que se complicasen las cosas su entrenador. Volvía a estar el partido raro y con el Prat más cómodo, que se ponía 14 arriba (61-75). Zidek y Gantt, con dos triples, aparecieron cuando más necesarios eran. En la última acción, Peris recibió falta, metió los dos libres y el partido se iba al último cuarto con el 71-81 en el marcador. La ventaja global seguía siendo de 19 puntos.
La defensa ibicenca consiguió frenar a los catalanes, que estuvieron más de dos minutos sin anotar y eso hacía que sus opciones de pasar de ronda se hiciesen prácticamente nulas. Tampoco es que estuviese muy fino en ataque el conjunto pitiuso, que con solo una canasta en los cuatro primeros minutos del cuarto no daba ninguna sensación de que pudiese darle la vuelta al marcador. De hecho, era el Prat el que seguía sumando y lograba su máxima ventaja con un +16 a falta de más de cinco minutos. 73-87 y nuevo tiempo muerto de un Barrio que se desesperaba en la banda.
De la Rúa con una bandeja y con un alley-oop para Laron Smith daba un poco de aire a los suyos. Las cosas seguían mal, pero no hubo que lamentar nada. El sufrimiento acabó con el 85-103. Una derrota para aprender y mejorar de cara a la eliminatoria final.