Durante las últimas semanas, Raúl Casañ repetía una y otra vez en las previas que de nada servía competir bien o jugar bien si no se conseguía sumar victorias. Un mantra que cada vez era más urgente, pues iban pasando las jornadas y la SD Ibiza cada vez estaba más hundida en la tabla. Este fin de semana, ante el Alcoyano, se rompió la mala racha. Los rojillos volvieron a ganar, algo que no hacían desde la primera jornada. Una racha de siete encuentros sin victorias que se rompió, además, haciendo un buen partido.
Quizás no fuese el mejor partido en la parte más bella del fútbol, pero sí lo fue en lo que respecta a la seriedad, el compromiso y, en definitiva, hacer las cosas bien. Los rojillos fueron un equipo solidario y supieron aprovechar su oportunidad para hacer un gol que luego pudieron defender en la segunda parte.
Tres puntos que no les permiten salir de los puestos de descenso, pero que sí les hacen abandonar el farolillo rojo y acercarse al Alcoyano, que precisamente es el equipo que marca la permanencia, ocupando plaza de promoción. Tres puntos que sirven para coger moral y respirar un poco dentro de esa situación de emergencia que vivía el equipo.
Cambio de casa
Los tres puntos vienen también de la mano del cambio de campo. La SD Ibiza ya no volverá a jugar en el Sánchez y Vivancos. Los de Vila han decidido cambiar de municipio y mudarse al Municipal de Sant Rafel. Un cambio que sin duda les acabará beneficiando, pues no hace falta ser muy estudioso para saber que las cosas suelen salir mucho mejor cuando juegas en el mismo campo en el que entrenas.
En el Sánchez y Vivancos, Raúl Casañ apenas podía dirigir una sesión, poca preparación para afrontar después un partido en una superficie diferente a la que se realizaban la mayoría de los entrenamientos. Ahora, en Sant Rafel, podrán ejercitarse allí durante toda la semana y preparar el partido en el mismo terreno de juego en el que el fin de semana tendrán que disputar los puntos. Además, no solo eso: en este campo, como se vio el fin de semana, el público está mucho más cerca y eso también ayudará a los rojillos.
Esta semana la SD Ibiza tiene una dura salida al campo del Sant Andreu, si bien es cierto que los catalanes empataron en casa contra el Alcoyano (0-0) y perdieron contra el Barça B (0-1), mientras que ganaron al Valencia Mestalla (3-2) y al Torrent (3-2). Por su parte, los ibicencos son el segundo peor visitante, ya que solo han conseguido rascar un empate en los cinco partidos que han disputado fuera de la isla. No será sencillo, pero la moral está alta para intentar cambiar eso en Barcelona.
Luego, vendrán dos partidos seguidos como locales. Dos choques en los que los rojillos intentarán aprovechar que estarán más familiarizados con el campo de Sant Rafel para intentar sorprender al Reus, actual líder del grupo, y al Girona B, que marcha cuarto clasificado. Dos enfrentamientos muy duros antes de visitar al Poblense, que marcha segundo. En definitiva, vienen curvas que servirán para ver si los pitiusos han conseguido enderezar el rumbo.