La tenista checa Petra Kvitova ha conseguido este sábado su segundo Wibledon tras vencer por la vía rápida en la final a la canadiense Eugenie Bouchard por 6-3 y 6-0, en un encuentro disputado en la pista central del All England Club y que ha durado 55 minutos.
La número seis del mundo se ha deshecho sin problemas de la joven Bouchard (6-3 y 6-0) en una final prácticamente perfecta, sin errores, que le ha valido para adjudicarse su segundo 'Grand Slam' en la hierba londinense tras el logrado en 2011.
Kvitova, que ha conquistado el título después de ceder solo un set ante Venus Williams en todo el torneo, se une al exclusivo grupo de jugadoras que han ganado más de una vez en Wimbledon. Un hito que solo han conseguido las hermanas Williams desde el último título de Steffi Graf en 1996.
En lo que respecta al partido, la tenista checa ha protagonizado un vendaval de tenis de altísimo nivel para llevarse el título en 55 minutos, la final más corta en los últimos 25 años. Además, el choque entre Kvitova y Bouchard ha sido el más desigual de la historia de Wimbledon en cuanto a juegos ganados.
Monólogo checo en el 'All England Club'
El encuentro fue un continuo monólogo de la checa. Kvitova dominó la final de principio a fin dejando a la joven jugadora de 20 años sin opción de ofrecer oposición en su primera final de un 'Grand Slam' algo que terminó desquiciando a una y engrandeciendo a la otra en su camino hacia el título.
Los ingredientes de la apabullante victoria de Kvitova fueron el saque y el resto, dos de los elementos más importantes del tenis. La de Bílovec demostró su poderío en los golpes con una fuerza que dejó fuera del partido a su rival en todo momento.
Por su parte, la joven canadiense, tras realizar un espectacular torneo donde ha llegado a esta final sin perder ningún set, se tuvo que conformar con el subcampeonato y rendirse ante el magestuoso partido de su contrincante.
Para la tenista checa, este título significa el duodécimo en su carrera, el primero de la temporada para volver a la primera línea del tenis femenino después de tres años sin aparecer por las grandes citas.