El balear Lluís Mas (Caja Rural- RGA) líder de la montaña en la Vuelta, sabe que será muy complicado mantener el maillot de puntos azules hasta el final, pero nadie le podrá quitar «una experiencia que nunca podría imaginar».
De la playa de Ses Salines, donde nació hace 25 años, a brillar en los puertos de la Vuelta, donde ha labrado el privilegio de lucir el maillot «faralaes» azul.
«Trataré de seguir cogiendo las escapadas para puntuar en los puertos, pero llegar al final de las etapas de montaña con los favoritos no lo veo fácil, eso es otra guerra. De momento he logrado algo que nunca me había imaginado», dice el mallorquín.
De momento, Mas ha pasado de ser un ciclista anónimo a ser foco de atención de los medios. En su primera temporada en el conjunto navarro, tras 4 años en el Burgos continental, ya le conocen los aficionados.
«Estoy contento con lo que he hecho, que es más de lo que esperaba. Al menos he tenido más atención y seguimiento durante todos estos días. Es algo que me ha sorprendido, por inesperado, pero es agradable», dijo.
El líder de la montaña sabe que «esto es circunstancial», pero tiene claro que «hay que aprovechar las ocasiones según se presenten. Otros años tampoco han ganado especialistas».
«Llevo media vuelta con el maillot, es importante para mí y para el equipo porque significa que nos estamos dejando ver», dice Mas.
Sobre la etapa de Logroño, Mas lamentó la caída que se produjo al final.
« Una pena la caída en la llegada, ha sido un poco fea y espero que estén todos bien. En esta ocasión no hemos luchado por la fuga, pero en la siguiente volveremos a dar guerra. A ver si hay suerte y el calor sigue en lo que queda de vuelta, que me viene muy bien», concluyó.