La luchadora mallorquina Karima Sánchez, única representante femenina en los Mundiales de Lucha que se celebran en Taskent (Uzbekistán), terminó la competición en la categoría de 55 kilogramos a las puertas del bronce.
La mallorquina perdió en su primer combate contra la rusa Irina Ologonova, pero, al llegar ésta a la final, pudo acceder a la repesca. Ya en esa competición en la que las competidoras luchan por el bronce, Karima derrotó en el primer combate a la canadiense Brittanee Morgana Laverdure por 8 a 4.
En la siguiente ronda venció a la tunecina Marwa Amri por 7 a 6, lo que le permitió avanzar hasta el combate final por el bronce, en el que se enfrentó a la ucraniana Iryna Khariv. Finalmente, Khariv se llevó la victoria por 11 a 1 y Karima se tuvo que conformar con la quinta posición.
La ganadora de la categoría de 55 kilogramos fue la japonesa Chiho Hamada, que venció a la rusa Ologonova por 4 a 3. Los dos bronces se los llevaron la ucraniana Khariv y la estadounidense Helen Louise Maroulis.