El entrenador del Barcelona, Luis Enrique Martínez, ha sido tajante al afirmar que no ha recibido «ningún ultimátum» por parte de la junta directiva y ha recalcado que no tiene problemas «con ningún jugador», así como se habla normalmente con Leo Messi «y con todos los jugadores de la plantilla».
«Mantengo la misma relación que al principio de temporada con todos los jugadores, no hay variación», ha dicho el técnico en una rueda de prensa en la que abordado la actualidad inmediata de la entidad.
Luis Enrique asegura que la continuidad de un entrenador «siempre depende de los resultados», pero que en cualquier caso se siente respaldado tanto por el club como por los jugadores.
El asturiano recurrió al socorrido «ni confirmo ni desmiento» las principales cuestiones problemáticas que le plantearon, por ejemplo sobre un supuesto rifirrafe dialéctico con Leo Messi. «Las cosas que forman parte del equipo, siempre se quedaran en el vestuario», ha insistido.
En cuanto a la destitución de Andoni Zubizarreta, Luis Enrique la ha calificado como «una noticia muy triste» y en ese sentido considera que personalmente le debilita.
«No solo porque me trajo al club, sino porque tanto él como Albert Valentín y Narcís Julià -sus ayudantes- son tres personas preparadísimas, de un nivel altísimo y que han hecho un gran trabajo. Son personas leales», ha recalcado.
En una rueda de prensa en la que el la ida de los octavos de final de la Copa del Rey ante el Elche ha quedado en un discreto segundo plano, el asturiano ha salido del paso ante una eventual salida del club al subrayar que se siente «muy fuerte» para afrontara el segundo tramo de la temporada.
«Me siento confiado, motivado, pensando en las cosas que podemos mejorar, centrándome en las cosas que puede controlar. Sigo con la misma fe, y lo veo en los jugadores y en el equipo», ha puntualizado Luis Enrique, quien, no obstante, ha admitido que la derrota ante la Real Sociedad fue «un golpe» que les afectó.
En este sentido, entendería que la afición reaccionara con «un poco de desencanto» en el partido de mañana ante el Elche, si bien ha reiterado sentirse «optimista y con posibilidades reales» de completar una buena temporada.
Más hermético se ha mostrado sobre su relación con Leo Messi, al «ni confirmar, ni desmentir» todas las informaciones que han surgido después de que el argentino fuera suplente en Anoeta y se ausentara en el entrenamiento del lunes por una gastroenteritis.
«No doy información de lo que sucede en el vestuario», ha resaltado el entrenador azulgrana, quien ha explicado que no trata a los jugadores «de la misma manera», si bien ha querido dejar claro que «hay unas normas comunes importantísimas» que se deben cumplir.
«He negociado, he hablado, he sido permisivo en algunas cosas que los jugadores me han solicitado», ha agregado.
En todo caso, y a pesar de la convulsa situación en el entorno azulgrana -"nos gustaría tener un ambiente más positivo fuera», ha dicho-, se ha mostrado muy confiado en las opciones de que su equipo empiece a retomar el vuelo en un mes de enero cargado de partidos.
«Sigo igual de ilusionado que el primer día, al revés, incluso más. Tengo un trato exquisito con todos los jugadores y veo al equipo en una línea muy positiva», ha enfatizado.