El español Carlos Sainz (Toro Rosso), decimocuarto en el Gran Premio de Singapur, declaró tras la carrera que es frustrante «que todo falle el día que tiene que salir todo bien».
Sainz no cree que el incidente en la salida haya sido el factor que condicionó su carrera en Marina Bay: «Sí es cierto que se nos rompió una parte de la zona derecha que nos hizo perder carga aerodinámica, pero luego conseguimos tener un buen ritmo».
«Lo que paso es que después de la primera parada me metí dentro del tráfico y luego tuve una avería que me hizo ir con 600 caballos, así que os podéis imaginar la frustración que es que todo falle el día que tiene que salir todo bien», agregó el piloto de Fórmula 1.
«Por eso no podía adelantar y no podía defenderme. Una carrera de dos horas con 650 caballos que tiene el motor y sin la batería te hace perder mucho por vuelta», dijo Sainz, que, no obstante, precisó que «aun con el coche roto se podía haber acabado en los puntos».