Fernando Álvarez, nadador español que participaba en los 200 braza del Mundial Master de Budapest, está en boca de todos por su gesto en la piscina.
El integrante del Club Natación Cádiz pidió a la organización dedicar un minuto de silencio a las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils, aunque recibió la negativa por respuesta, alegando que no había tiempo que perder.
Al sonar la señal acústica para que los competidores se lanzaran al agua y empezaran la carrera, Álvarez quedó de pie, parado mientras los otros nadadores avanzaban a brazadas por el agua.
Fue su particular forma de rendir homenaje y tributo a los muertos y heridos por la barbarie terrorista en Cataluña, y a sus afligidas familias.