Se va uno de los mejores deportistas que ha dado Balears. Se despide anticipadamente el piloto que situó a Mallorca en el planeta del motociclismo, el primer campeón mundial mallorquín sobre dos ruedas y toda una leyenda del motor. Jorge Lorenzo sorprendió a todos entrada la mañana de ayer convocando a los medios a una rueda de prensa en el Circuit Ricardo Tormo de Cheste.
Enseguida se confirmó lo que todos se temían, lo que hacía meses se intuía en el paddock, un rumor que, tanto el propio piloto como Honda, se encargaban de desmentir constantemente. La retirada del pentacampeón del mundo era una realidad pendiente de ser ratificada por el propio protagonista. Pese a tener todavía un año más de contrato con el equipo Repsol Honda, Jorge bajaba el telón tras firmar una de las hojas de servicios más notables de la historia del motociclismo universal.
Los problemas físicos sufridos a lo largo del último año, pero especialmente la fractura de dos vértebras sufrida durante el pasado Gran Premio de Holanda, unidos a su falta de feeling con la montura que Honda puso en sus manos, reflejados en unos resultados muy alejados de las expectativas generadas por su fichaje, han conducido a una situación difícil de reconducir. Finalmente, Lorenzo ha optado por echarse a un lado y poner punto y final a dieciocho temporadas que han dado mucho de sí.
Éxitos
Desde su debut en el Mundial, un 5 de mayo de 2002 en Jerez, Jorge ha coleccionado una larga lista de éxitos que le sitúan como uno de los mejores pilotos de la historia del Mundial. Por ello, será reconocido como ‘Leyenda de MotoGP' durante el próximo Gran Premio de España, en el Circuito de Jerez, donde ya existe una curva a la que el palmesano da nombre.
Durante casi dos décadas enrolado en la caravana del Mundial, compitiendo en los extintos 125 centímetros cúbicos (2002-2004), los 250 centímetros cúbicos (2005-2007) y MotoGP (2008-2019), ha pilotado algunas de las mejores monturas. Devolvió a Derbi a la primera línea, situó a Aprilia en la cúspide del cuarto de litro, defendió el pabellón de Yamaha ante un mito como Valentino Rossi, fue de menos a más con Ducati y con Honda vivió dos de las etapas más grises de su carrera. Una primera en 250 (2005) de transición y el curso que supuso el epílogo a su gran historial (2019).
Una temporada para olvidar, en la que no ha podido pelear por el podio ni por estar entre los mejores, firmando sus peores números desde que llegó a MotoGP no ayudó a mantener la llama, la ilusión de un Jorge Lorenzo que, con 32 años, cuelga el mono y se baja de la moto para iniciar una nueva etapa en su vida, en la que a buen seguro el deporte que ha sido y es su pasión ocupará un lugar notable en su día a día.
Cinco veces campeón mundial (2 de 250, en 2006 y 2007 y tres en MotoGP, 2010, 2012 y 2015), dieciocho temporadas en activo, con 296 Grandes Premios disputados, 68 victorias, 152 podios, 43 ‘poles' y 37 vueltas rápidas resumen una trayectoria que marca un punto de inflexión en el deporte balear y español. Lo deja el primer mallorquín campeón del mundo de motociclismo, cuyos pasos siguieron Joan Mir, David Salom o Pedro Vallcaneras.
Dolor
Desde el Gran Premio de Aragón de 2018 y hasta el de Holanda de este año, Lorenzo ha encadenado una serie de lesiones y problemas físicos que se han trasladado a la pista. Lo más grave acaeció en Assen, donde tras sufrir una espectacular caída, se fracturó dos vértebras, teniendo que guardar reposo durante varias semanas.
No había acabado de arrancar Jorge, eclipsado en el box de Honda por un Marc Márquez intratable. Las lesiones fueron una piedra más en una mochila cuyo peso ha sido ya inaguantable para Jorge, que ha optado por pasar página y despedirse del motociclismo en activo.
«Hay cuatro días importantes en la vida de un piloto. El primero, el del debut; el segundo, cuando ganas tu primera carrera. Después, tu primer Mundial. Y luego, cuando anuncias tu retirada. Como podéis imaginar, ese día ha llegado para mí y estoy aquí para anunciar que esta será mi última carrera de MotoGP, y después de esta carrera me retiro como piloto profesional», dijo emocionado Lorenzo en el arranque de su comparecencia ante una sala de prensa a reventar. El principio del fin. La despedida de un piloto que marca un antes y un después.