El fiscal Anticorrupción Pedro Horrach ha asegurado este viernes que no comparte la decisión de la Audiencia de Palma de legitimar a Manos Limpias para acusar a la infanta Cristina en el juicio del caso Nóos, pero la respeta y la considera «muy argumentada jurídicamente» y «sólida».
«Tal como he postulado hasta ahora, no comparto las decisiones ni la argumentación de la sala que ha decidido sobre este tema, pero son los magistrados los que tienen que tomar la decisión. Por tanto, respeto una decisión que está muy argumentada jurídicamente y que estimo sólida», ha asegurado Horrach sobre el auto en el que el tribunal provincial ha solventado las cuestiones previas del juicio.
Horrach, que pidió el archivo de la acusación contra la infanta y apeló a la aplicación de la doctrina Botín, según la cual la acción popular no puede sostener la acusación en solitario, ha señalado que las magistradas son quienes deben solucionar «cualquier debate o conflicto jurídico».
«Han decidido, han argumentado jurídicamente su decisión y, por supuesto, respeto cualquier decisión que hayan adoptado y cualquier decisión que se adopte en el futuro», ha afirmado el fiscal en declaraciones realizadas frente a la Fiscalía de Baleares.
Horrach considera prematuro pronunciarse sobre un eventual recurso contra la decisión: «Vamos a esperar a que se desarrolle el juicio. En todo caso, el único recurso posible es vía casación contra la sentencia y es pronto para hacer una valoración de estas características».
El fiscal ha adelantado que interrogará a la infanta Cristina durante el juicio porque la función de la acusación pública, «en defensa de la legalidad, implica interrogar no solo a los que uno acusa sino también a los demás».
Horrach ha asegurado que «a día de hoy no hay pacto alguno» con los acusados del caso Nóos. En opinión del fiscal, la decisión adoptada por el tribunal de la sección primera de la Audiencia de Palma no influye en posibles acuerdos de conformidad con alguno de los acusados: «Se pueden producir en cualquier momento y en la mayoría de los casos los pactos se producen habitualmente minutos antes de celebrarse el juicio».
De cara a la continuación del juicio, del que quedan cinco meses, Horrach ha pedido calma: «Serenidad para poder desarrollar nuestro trabajo de forma tranquila y sosegada».