UGT ha informado este viernes de que «no ha tenido otra opción» que llegar a un preacuerdo en el Expediente de Regulación de Empleo de Bimbo (ERE) ante el ultimátum de la empresa de cerrar el lunes la fábrica de Palma y la amenaza de rebajar las indemnizaciones propuestas en su última oferta.
El principio de acuerdo fue debatido este jueves por la noche en asamblea y ratificado con el voto a favor de 21 trabajadores y tres abstenciones, indica el sindicato en una nota de prensa.
No obstante, la huelga de este viernes continúa y a lo largo de este viernes se desconvocarán las jornadas de paros programadas en la planta de Palma para los días 1,2 y 3 de marzo.
El preacuerdo establece indemnizaciones por despido improcedente sin tope de mensualidades para la mayoría de los 34 trabajadores, lo que implica el pago de 45 días por año trabajado antes de 2012 y 33 días a partir de la aplicación de la reforma laboral.
Las condiciones del ERE se aplicarán también a ocho trabajadores eventuales al lograr que se reconozcan como fijos discontinuos, señala el sindicato en una nota de prensa.
Además, tres trabajadores se acogerán a una prejubilación con un sueldo hasta los 63 años que va del 88 y el 93 por ciento de su salario actual.
Dos empleados podrán mantener su puesto en Palma al pasar al departamento de logística, nueve podrán acogerse voluntariamente a recolocaciones en la fábrica de Bimbo en Granollers y dos en la de Madrid.
UGT lamenta «profundamente que al final la fábrica de Bimbo en Palma cierre y se destruya empleo por una decisión unilateral de la multinacional que está amparada legalmente por la reforma laboral».
«Los abogados nos han asegurado que con la reforma laboral no hubiéramos podido ganar un juicio si llevábamos a los tribunales el ERE», ha lamentado delegado de UGT en la fábrica palmesana, Paco Cámara.
Por su parte, CCOO ha lamentado también el cierre de la fábrica, ya que, en opinión del sindicato, aún quedaba «recorrido y mimbres» en la negociación para conseguir una solución que pasara por el mantenimiento del empleo y por el no cierre de la fábrica.
«Continuamos manteniendo el firme convencimiento de que esta maniobra responde a una estrategia empresarial para la mejora de sus beneficios, anteponiendo a cualquier posibilidad de dar continuidad a la actividad que desarrolla en la isla».
CCOO destaca que en el conflicto han actuado de manera proactiva: el Gover, los grupos parlamentarios de PSIB-PSOE, MÉS, Podemos y PP, así como los trabajadores de las plantas de la fábrica en Granollers, Solares y las Mercedes, y la sociedad balear en su conjunto, que han dejado patente «la voluntad de dar continuidad al mantenimiento de Bimbo en la las islas y, así, evitar la deslocalización».