Los inspectores de la Conselleria de Turisme han paralizado todas las visitas in situ al producirse un cambio en la forma de cobrar los kilómetros que supone para ellos una reducción de los ingresos derivados de este concepto. La directora general de Turisme, Pilar Carbonell, explicó que por orden del interventor estos pagos se deben incluir en la nómina y, por parto, han de tributar en el IRPF.
El pago es de 0,33 euros por kilómetro, cantidad a la que ahora se le tiene que restar la parte correspondiente al IRPF. Esta circunstancia ha provocado el rechazo de este colectivo, que estos días se dedica al trabajo de despacho y no realiza ningún desplazamiento. Esta situación se prolongará hasta que no se alcance una solución, según han comunicado a la directora general.
Desde la Conselleria de Turisme están trabajando para desatascar el conflicto y que los inspectores puedan reemprender las visitas lo antes posible. En estos momentos se están estudiando diferentes posibilidades y este viernes se celebrará una nueva reunión con los inspectores.
Asimismo, la directora general aclaró que este colectivo «no está parado» ya que en la Conselleria hay montones de expedientes por revisar.