Los pacientes de la sanidad pública balear pendientes de una intervención quirúrgica esperan una media de 95,6 días para ser operados, lo que representa que en los últimos doce meses el tiempo de demora se ha reducido un 11 %.
Según los datos de 31 de marzo hechos públicos este lunes por el director general del Ib-Salut, Juli Fuster, 13.845 personas esperan para ser operadas (1 % más) y de estas son 1.831 las que aguardan más de seis meses (22 % menos).
«Me es igual que haya 1.000, 2.000 o 20.000» personas en lista de espera, «lo importante es reducir el tiempo», ha declarado Fuster, que ha recordado que el «objetivo de legislatura» es que nadie aguarde más de medio año para una cirugía ni más de dos meses para una consulta especializada.
Cuando acabó el mes pasado, 57.491 personas tenían cita para ser examinadas por un especialista, un 3,7 % más que a 31 de marzo de 2015, pero el tiempo de espera era de 72,5 días, un 17,4 % menos.
Del total de pacientes que esperan para consultas con especialistas, 21.390 (37 %) llevan más de dos meses en la lista, un 10 % menos que al acabar el primer trimestre de 2015.
Respecto a las pruebas radiológicas, a 31 de marzo había 43.684 pacientes en lista de espera y el promedio de demora se situaba en los 48,8 días, un 34,6 % menos que el año anterior.
Fuster ha resaltado que, pese a la reducción del tiempo de demora tanto quirúrgico como de consultas especializadas, las cifras aún no son «ni mucho menos buenas» y ha recordado que los datos al cierre de marzo están condicionados por la celebración en ese mes de la Semana Santa, que siempre supone una reducción de la actividad en los hospitales.
No obstante, se ha congratulado de los efectos del programa de actividad extraordinaria que se viene desarrollando para incrementar el número de horas de actividad de los profesionales sanitarios mediante el pago de horas extras y la concertación de servicios.
En el primer trimestre de 2016 este programa de refuerzo de la actividad ha supuesto la realización de 21.186 consultas especializadas y 1.136 intervenciones quirúrgicas, con un coste para el Ib-Salut de 1,1 millones de euros.
El director general del Ib-Salut ha considerado «lógico» que aumenten el número de personas en lista de espera quirúrgica si se incrementan las consultas y ha resaltado que lo relevante es el descenso del tiempo de espera por el mejor aprovechamiento de los recursos.
«Mantendremos la actividad que haga falta» para cumplir el propósito de que nadie espere más de 6 meses para una intervención quirúrgica ni más de 2 meses para una consulta especializada, ha declarado Fuster, que ha añadido que, una vez alcanzados esos objetivos, se tendrá que consolidar la estructura para no volver a incrementar las demoras.
Por otro lado, Fuster ha replicado a las críticas por el exceso de trabajo de los profesionales de la sanidad pública. Ha manifestado que le gustaría dotar al Ib-Salut de más personal, pero que en los últimos meses se han incrementado las plantillas en unos 450 trabajadores.
Ha resaltado que este aumento se ha traducido en que el porcentaje de sustituciones ha pasado del 17 al 25 %, lo que supone que aún quedan sin cubrir tres de cada cuatro plazas vacantes por enfermedad.