Miquel Vidal prepara una profunda modificación del equipo directivo del PP balear. Al relevo del secretario general de la formación, Andrés Ferrer, por Sebastià Sagreras se suma la sustitución del portavoz, que dejará de ser Miquel Ramis y pasará a ser Llorenç Galmés, pero se espera que salgan de la ejecutiva más de media docena de los actuales componentes, todos ellos elegidos por José Ramón Bauzá.
Miquel Vidal quiere incorporar a representantes del sector ‘rodriguista' en la dirección y ofrecerá un sitio a uno de los 15 presidentes de distrito de Palma. Compensará, de esta forma, tanto la salida de José María Rodríguez como la de Álvaro Gijón. Andrés Ferrer seguirá en la dirección pese a que ya no es secretario general del partido porque sigue siendo el presidente de Nuevas Generaciones.
Los cambios ya anunciados por el presidente del PP afectan a buena parte de los cargos designados en su día por José Ramón Bauzá. Su voluntad es doble. Por un lado, quiere excluir a dirigentes que no participan ya en la vida del partido, como es el caso de Carlos Delgado, Manuel Onieva o Mateo Isern; por otro lado, Vidal quiere dar voz a gente nueva y tratar de acabar con las familias que llevan más de un año peleándose por el control del partido.