El Govern se puso ayer deberes para el nuevo curso político y lanzó el mensaje de que es un Ejecutivo «muy cohesionado» –así lo definió el vicepresidente Biel Barceló– y que, en palabras de la presidenta Armengol, trabaja «sin sensación de interinidad».
La presidenta y los consellers y conselleras del Ejecutivo se reunieron ayer para planificar su actuación para este año y el siguiente. Armengol y Barceló entienden que la crisis interna de Podemos, que ha expulsado a dos diputadas, no altera la «mayoría de izquierdas» de la Cámara. La presidenta apeló a la responsabilidad institucional del PP y le pidió que no entorpeciera el relevo de Huertas. «El reglamento es claro y tiene que dejar la Mesa de la Cámara y la presidencia», dijo Armengol durante una comparecencia junto a Barceló.
Tránsfugas o no
«Lo que pido es el respeto institucional a la normativa que nos hemos dado, al sistema democrático representativo. Las personas se presentan a través de partidos políticos y, por tanto, el acta es personal pero también responde a unas candidaturas de partido político», dijo Armengol que evitó llamar ‘tránsfugas' a las diputadas expulsadas como hacen en Podemos. Barceló consideró que en su opinión la actuación de ambas sí entraba en la definición de transfuguismo pero que evitaría las calificaciones.
La reunión del Ejecutivo se celebró en la Escola d'Hosteleria. En los próximos días cada conselleria irá haciendo públicas una serie de actuaciones prioritarias en materia de infraestructuras. Armengol adelantó algunas: institutos en Binissalem y Formentera, servicio de radioterapia en Maó, inicio del proyecto de Son Dureta, dos nuevas residencias para dependientes en Mallorca y reforma de Son Tugores y Es Pinaret. De cara al Gobierno central, reclamación de un modelo de financiación y reclamación del dinero pendiente.