El número de altas de viviendas vacacionales de Mallorca en la Conselleria de Turisme se disparó un 110,2 % el año pasado en comparación con el ejercicio anterior, según datos del departamento que dirige Biel Barceló. En 2016 se registraron 2.670 viviendas frente a las 1.270 del ejercicio anterior.
Los principales incrementos se dieron a partir del segundo trimestre del año y, en especial, en diciembre, cuando se publicó el anteproyecto de la modificación de la ley de turismo en relación al alojamiento vacacional. Este aumento responde a un temor de los propietarios de estas viviendas a una norma más restrictiva, así como a una mayor vigilancia por parte de los inspectores de Turisme y a un incremento de las sanciones.
Cabe recordar que el pasado verano se llevó a cabo, por primera vez, un plan específico para controlar toda la oferta turística no regulada, de modo que los inspectores se centraron en perseguir la oferta que no está regulada. El año pasado se llevaron a cabo 148 inspecciones y se abrieron 106 expedientes, de modo que los inspectores abrieron un expediente sancionador a 7 de cada 10 viviendas que visitaron. En 2015, en cambio, se llevaron a cabo 250 visitas pero el número de expedientes que se incoaron fue mucho menor, solo 49. Estos expedientes incluyen también la oferta no reglada, es decir, la que se ofrece en plurifamiliares y que no está contemplada en la normativa vigente.