Todavía con las imágenes frescas de lo que ocurrió hace una semana en Alaró, un nuevo episodio violento ha sacudido al fútbol base, en este caso en Andorra, en un partido de la territorial catalana.
Los lamentables hechos ocurrieron durante un partido de juveniles de la territorial catalana que enfrentaba al Andorra y al Prat. Un jugador visitante fue expulsado y, de camino hacia los vestuarios, se encaró con la grada y se desató una pelea entre jugadores y aficionados, que acabó en puñetazos por ambos bandos.
Las cámaras de la televisión andorrana captaron una nueva vergüenza en el fútbol base español.
Ya esta bien de dar la culpa a todos los padres, la culpa es de la sociedad y en lo que se ha convertido el futbol, ¿porque vendeis alcohol en los bares (sin licencia), porque no se reciclan algunos arbitros, porque la ffib permite el cobro de entradas ilegales etc? y asi podría seguir horas. La culpa es de todos, padres, jugadores, directivas, entrenadores, arbitros y de las federaciones, pero hay que parar las patadas y violencia en el campo primero y sobretodo arbitrar bien para los dos equipos, no es culpa de los padres solo, la culpa es de todos y les recuerdo que sin los pagos de los padres no existiria el futbol base.