Los hombres cometen cinco veces más infracciones de tráfico relacionadas con el consumo de alcohol y drogas al volante que las mujeres conductoras, cuya tasa de mortalidad es la mitad que la de los varones al volante.
Son algunas de las conclusiones del estudio «Mujeres conductoras en España. Implicación en accidentes de tráfico y comparación con los conductores varones», elaborado por la Fundación Eduardo Barreiros y la Universidad Politécnica de Madrid.
Con datos de la población extraídos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2011 a 2013, con los correspondientes a las expediciones del carné de conducir, el censo de conductores y las cifras de mortalidad y accidentalidad de los últimos diez años con análisis de 200.000 siniestros, el informe revela diferencias entre mujeres y hombres.
«La mujer respeta más la norma, no asume tantos comportamientos de riesgo que los hombres, y eso se traduce en menos accidentes y menos víctimas», ha asegurado antes de la presentación oficial del estudio en la Fundación Mapfre Blanca Arenas, una de las investigadoras.
Y en esas diferencias al volante los analistas han descubierto que, si los implicados en un accidentes son dos conductores varones, el resultado es más trágico, es decir, hay más muertes o los heridos son más graves que si ese mismo siniestro lo sufren dos automovilistas mujeres.
Además, ellos sufren el doble de accidentes que ellas, cometen cinco veces más infracciones por alcohol y drogas que las segundas, en tanto que tanto unos como los otros tienen un comportamiento similar en el caso de que su antigüedad al volante no llegue a los cinco años.
Por tipos de accidentes, la estadística estudiada también arroja diferencias, ya que los hombres se ven más implicados en atropellos, vuelcos y colisiones frontales, mientras que las mujeres superan los choques por alcance y las salidas de vía.
Es en las colisiones por alcance donde hay más diferencias. Las mujeres protagonizan más impactos de este tipo por diversas causas, que van, apunta el estudio, desde un tiempo de reacción mayor y mantener menor distancia de seguridad hasta frenar con menos intensidad si el vehículo que precede lo hace más bruscamente o tener menos atención.
Respecto a la velocidad, en todas las edades ellos incumplen más con los límites, lo mismo que sucede con las infracciones relacionadas con las drogas y el alcohol.
A juicio de Arenas, conclusiones como estas pueden hacer reflexionar sobre políticas de formación a los conductores, pues se podría incidir en el respeto a las distancias de seguridad o en la percepción del riesgo.
Porque los hombres al volante, dice una de las ocho conclusiones, asumen más riesgo pero también perciben mejor las situaciones peligrosas que las mujeres. Ellas superan a los hombres en distracciones y en llevar caducada la ITV.