La Asociación Británica de Agencias de Viajes (ABTA) ha lanzado la campaña 'Stop Sickness Scams' (Stop a las estafas por enfermedad), dirigida a poner fin a las reclamaciones falsas de los turistas británicos por intoxicaciones alimentarias, en la que se advierte que la consecuencias de presentar una demanda fraudulenta en el extranjero puede suponer una condena de hasta tres años de cárcel en el extranjero.
La iniciativa, lanzada como apoyo a los miembros de la ABTA y sus socios de la industria turística, cuenta entre otros apoyos con Thomas Cook, TUI, Jet2holidays y Monarch.
Desde la ABTA se ha animado al Gobierno británico a que actúe contra estas demandas falsas mediante mensajes de concienciación a los ciudadanos y la creación de una enmienda.
«Las afirmaciones falsas están costando a la industria de viajes más de decenas de millones de libras y amenazando con aumentar los precios de las vacaciones y limitar la elección de turistas británicos honestos», asegura la ABTA en un comunicado.
Se estima que más del 90% de las reclamaciones que reciben los touroperadores son fraudulentas y suponen una estafa para los establecimientos hoteleros afectados, según datos de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT).
Las reclamaciones falsas de los turistas británicos por intoxicaciones alimentarias sufridas durante sus vacaciones en Canarias se han multiplicado un 1.400% en tan solo un año y han provocado que algunos hoteles hayan tenido que desembolsar hasta 500.000 euros para hacer frente a unas denuncias.
Desde el Gobierno español se ha animado a los hoteleros a que denuncien a aquellas personas que se ponen en las inmediaciones de los complejos turísticos para incitar a los turistas británicos a que denuncien falsas intoxicaciones alimentarias para cobrar indemnización.
RECLAMAN UN CAMBIO LEGISLATIVO
Para apoyar el lanzamiento de la campaña, consejeros delegados y líderes de la industria del turismo y los viajes publicaron una carta abierta dirigida al nuevo Secretario de Justicia de Reino Unido, David Lidington, pidiéndole que aborde urgentemente este asunto e impulse un cambio en la legislación británica.
«El Gobierno debe abordar urgentemente este asunto. La laguna legal que permite a las empresas beneficiarse indebidamente de estas reclamaciones debe cerrarse», ha afirmado el director ejecutivo de la ABTA, Mark Tanzer.
La campaña insta al Ministerio de Justicia a cerrar una brecha en la legislación británica que permite detener la oleada de reclamaciones fraudulentas sobre daños personales, pero que excluye las reclamaciones en el extranjero.
«Una simple enmienda haría que la industria de viajes se armonizara con otros sectores y establecería un límite en los honorarios legales que pueden pagar los bufetes de abogados que siguen estos casos», añadió Tanzer.