La falta de terrenos públicos para poder construir nuevas plazas de residencia destinadas a personas con dependencia ha provocado que la Conselleria de Serveis Socials i Cooperació haya decidido abrir una nueva línea de creación de plazas, que pasa por la concertación vinculada a la construcción de nuevos equipamientos residenciales.
Lo que ha hecho el Govern balear es abrir, mediante un concurso público, la posibilidad de concertar plazas con entidades y empresas privadas que construyan nuevas residencias, con el compromiso de financiar hasta un máximo de 300 plazas para personas con dependencia y así poder aligerar buena parte de la lista de espera para conseguir una plaza en la que actualmente hay unas 1.150 personas inscritas.
Así lo explicó ayer la consellera de Serveis Socials i Cooperació, Fina Santiago, afirmando que las empresas que se presenten al concurso (publicado en el BOIB del pasado sábado 30 de junio), «tendrán que poner el terreno, construir las plazas residenciales y desde el Ejecutivo autonómico les garantizamos la concertación de plazas, durante diez años, prorrogables».
La consellera confía en que «a la convocatoria se presenten las entidades del Tercer Sector Social» y que se puedan construir unas tres residencias en la zona de Palma o sus alrededores. «En ningún caso se asignarán más de 120 plazas a un mismo proyecto de construcción», afirmó Santiago.
El Govern ha creado 439 plazas residenciales para personas con dependencia en los últimos tres años, un 21 % más que las que estaban disponibles en 2015, y que han supuesto la creación de 350 puestos de trabajo.
Por otra parte, en un plazo de 2 a 5 años se pondrán en marcha 594 plazas más, con la construcción de nuevas residencias, la ampliación y la reconversión de las plazas ya existentes. A todas estas plazas se les sumarán las 300 que se construirán con capital privado.
Santiago insistió en que la dependencia ha de ser un «tema prioritario» para los responsables políticos ya que la población de las Islas «está envejeciendo» y está aumentando el número de personas mayores de 85 años «que son las que tienen más dependencia y necesidad de una plaza de residencia».
La consellera también reconoció que «cada vez hay menos recursos para cuidar a los mayores» ya que las familias tienen menos hijos e insistió en que son las instituciones quien deben «cubrir las necesidades de los ciudadanos» en una sociedad que está envejeciendo, como demuestran todos los informes.