El Observatorio del Suicidio del Servei de Salut de les Illes Balears organizó ayer un taller para el tratamiento de la conducta suicida en los medios de comunicación. Y es que, según la Organización Mundial de la Salud, el suicidio se encuentra entre las 10 primeras causas de muerte a nivel global y está entre la segunda y la tercera causa de muerte entre los jóvenes.
En este sentido, los expertos invitados al taller explicaron la necesidad de que los medios de comunicación «normalicen» el tema con el objetivo de que deje de ser un tema tabú.
A su juicio, una cobertura responsable y adecuada de la noticia es «preventiva» y puede ayudar a cambiar la «percepción incorrecta» de la población acerca de la conducta suicida corrigiendo mitos, incluso animando a las personas a pedir ayuda.
Por el contrario, desde el Observatorio del Suicidio se mostraron críticos con todos aquellos medios que hacen una cobertura sensacionalista de la muerte por suicidio con lo que, dijeron, esto puede conllevar.
Entre otras cosas, explicaron que el hecho de que una noticia sea muy explícita con el método de suicidio, con titulares o imágenes dramáticas o asocie la muerte con un logro «cuando no lo es» puede conseguir un «efecto contagio» en personas que estén pasando por una situación difícil.
Asimismo, dijeron que la persona que se quita la vida por este motivo no lo hace por un único motivo, como por ejemplo que le hayan desahuciado o haya sufrido bullying, sino que es producto de una «compleja» interacción de muchos factores.
Desde Salut también recordaron que existe la app ‘Prevensuic', impulsada por la Fundación Salud Mental España y con el aval de la Sociedad Española de Suicidología, a la que pueden acceder personas con riesgo suicida, sus allegados y profesionales sanitarios. Entre las herramientas que da está un Plan de Seguridad que usa funcionalidades como Google Maps o Whatsapp.
Discrepancias
Por su parte, los periodistas de Palma, Ibiza y Menorca que acudieron al taller mostraron su oposición a muchas de las cuestiones planteadas por el Observatorio.
Estos profesionales se defendieron diciendo que el objetivo de un suceso es contar qué ha pasado, dónde, cuándo, por qué y a quién; sobretodo cuando compiten «constantemente» por ser el primer medio que publique la información.
También achacaron que, en ningún momento, pretenden «dañar» con sus publicaciones a los familiares afectados por una noticia de este calibre y que muchas veces saber el motivo por el que ha habido una muerte por suicidio puede hacer «recapacitar» a diferentes organismos.