Como si acabaran de ganar el Mundial. Los vecinos de la Playa de Palma denuncian por enésima vez la sensación de impunidad con que cuentan los comportamientos incívicos en la zona.
El último episodio del serial se ha vivido esta mismo viernes, cuando bien entrada la noche un grupo de jóvenes turistas francófonos paseaban en mitad de la calle cantando megáfono en mano. Jaleándose, correteando y gritando, y haciendo caso omiso a las llamadas de atención de los residentes, algunos de los cuales querían descansar, tarea harto complicada demasiadas veces durante la temporada estival.
En un vídeo, captado por uno de los residentes de la calle Trasime, se aprecia como varios chicos visiblemente afectados por el alcohol transitan por la zona, quizás yendo a su habitación a ‘descansar', o bien buscando algún otro lugar en el que seguir la fiesta.
Desde la Asociación de Vecinos de la Playa de Palma lamentan que no sea nada nuevo, y responsabilizan a todas las administraciones, especialmente a los Ayuntamientos de Palma y Llucmajor, de ser «incapaces de resolver esta lamentablemente situación».
«Quienes nos visitan saben que aquí les sale gratis comportarse de manera incívica, nada tiene que ver la nacionalidad de procedencia», afirma un representante.
«Quien quiere desmadrarse y hacer en los espacios públicos aquello que en otros lugares es impensable, sabe que en Playa de Palma-s'Arenal puede hacerlo con total impunidad. Con un Ayuntamiento que dice públicamente que no destinará más medios y efectivos policiales a la zona, excusándose en mil pretextos, el mensaje que llega a los incívicos, sean de la nacionalidad que sean, es un mensaje de permisividad absoluta».