El nuevo jefe superior de Policía, Gonzalo Espino Cruz, ha destituido al inspector jefe y de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) y a la inspectora que ocupaba la plaza de subjefa de la citada unidad de protección a las mujeres de violencia de género. El motivo del cese ha sido el supuesto fallo policial a la hora de tramitar la denuncia de Sacramento Roca, la mujer asesinada en Conforama por su expareja.
Los dos inspectores, al margen de ser apartados de la unidad, ahora deberán afrontar el expediente disciplinario que abrió en la Jefatura de Policía y que está en la Dirección General, en Madrid, para que sean esos instructores los que decidan sobre la investigación interna. Días antes de ser apuñalada, Sacramento Roca acudió a la Jefatura para denunciar que les habían pinchado las ruedas del coche. Apuntó como posible autor a Rafael Pantoja, su exnovio. Esa denuncia fue tramitada como un delito de daños intencionado, pero Sacri también contó que el vigilante jurado la estaba acosando con mails, llamadas telefónicas y wasaps y esas últimas acusaciones deberían haber sido tipificadas como violencia de género, por lo que habrían sido remitidas a ese juzgado. No fue así y ahora se investiga qué falló internamente en la Policía Nacional.
El agente que recogió la denuncia de Sacri en Comisaría obró correctamente al remitirla a la UFAM, en vista del relato de acoso que describía la víctima. La inspectora que la recibió, sin embargo, no advirtió el riesgo. Otro inspector, jefe de la unidad, que revisó el escrito, tampoco observó el peligro latente que amenazaba a Sacri. Por esa razón, y como su compañera, también ha sido relevado y expedientado.
Sacri había presentado con anterioridad acusaciones por violencia de género contra dos antiguas parejas, una de las cuales terminó judicializada y sin condena.
Lo cierto es que Pantoja entró armado en Conforama y asestó once puñaladas a su exnovia.