El Govern cerró el mes de mayo con un nueva cifra récord en la demora en el pago de facturas: el periodo medio de pago a proveedores fue ese mes de 51,26 días, una cifra que no se había alcanzado desde hace casi tres años, en octubre de 2016, cuando se llegó a los 59,93 días de retraso.
La cifra había ido descendiendo de manera progresiva desde esa fecha hasta febrero de 2018, cuando el Govern pagó con apenas 12,79 días desde la emisión de la factura.
Un cambio en la metodología de pago volvió a disparar los plazos a partir de abril de 2018 y no han dejado de crecer desde entonces. Eso implica que el Govern lleva un año incumpliendo la ley que le obliga a pagar con un plazo máximo de 30 días y además se acerca de forma peligrosa a los 60 días de retraso y a partir de ese momento recibirá una advertencia del Ministerio para que rebaje su morosidad.
La culpa del retraso la tienen, básicamente, los servicios sanitarios. La demora del IB-Salut en el pago de sus facturas fue de 57,85 días en mayo de este año, el último mes del que existen datos.
Bloqueo y retrasos
El hecho de que el Govern haya dado la orden de bloquear partidas presupuestarias para poder redactar de forma «prudente» el plan de ajuste que el exige el Ministerio puede tener consecuencias, según el diputado del PP Antoni Costa.
Costa afirma que este bloqueo va a afectar de manera clara al IB-Salut, que no podrá disponer de fondos para pagar las facturas por lo que los plazos se ampliarán. La ley establece que si el Ejecutivo está una serie de meses pagando con un retraso en el pago superior a los 90 días, el Gobierno central puede tomar el control de las finanzas de la Comunitat, pagar directamente las facturas y restar después esa cantidad al dinero que envía a las comunidades como financiación autonómica.
«Están pagando la fiesta en la que han vivido en el año previo a las elecciones», afirma el diputado del PP. Costa señaló que el organismo que vela por el cumplimiento de la ley de estabilidad por parte de las administraciones públicas, la Airef, ya ha alertado que el Govern se pasará este año en el gasto permitido, especialmente en el capítulo de personal, que crecerá casi un 8 por ciento. «En poco tiempo han destrozado la senda de saneamiento que llevaban al principio de la legislatura», señala.