La industria turística balear nunca había vivido una situación tan adversa como la actual a causa de la crisis del coronavirus. Los hoteles de Ibiza y resto de islas registran caídas masivas de reservas y en opinión de la patronal FEHM y la Agrupación de Cadenas Hoteleras (ACH) «es inviable poder seguir funcionando a nivel empresarial porque no hay ningún tipo de ingresos, lo cual nos hace tomar una decisión impensable como es la de tener que cerrar toda la planta hotelera».
El presidente de ACH, Gabriel Llobera, afirmó este domingo: «Entre mañana (por hoy) y el miércoles se producirá un cierre progresivo de los hoteles porque no llegan reservas y las cancelaciones son ya la tónica general. Todos esperamos que esta situación sea coyuntural y que la normalidad vuelva a medio plazo, pero todas las previsiones son muy pesimistas».
Javier Vich, presidente de los hoteleros de Palma y Cala Major fue aún más lejos: «Nunca en la historia del turismo balear se había propuesto una medida tan drástica, pero la crisis de la COVID-19 nos obliga a actuar de este modo. De momento, entre este domingo y el miércoles está prevista el cierre del 50 % de la planta hotelera de Palma (40 hoteles), pero se llegará al cien por cien en cuanto los hoteles que tienen ahora mismo tienen clientes se vayan».
Touroperadores
Los touroperadores anuncian que tardarán varios días en repatriar sus turistas por cuestiones operativas. Desde Jet2 puntualizaron este domingo al respecto: «Los aviones vienen vacíos desde el Reino Unido y lo único que hacemos es repatriar a nuestros clientes alojados en la Isla. En cuanto traslademos al último de ellos, dejararemos de operar con Mallorca».
La patronal hotelera de Palma puntualizó que «los clientes que quieren estar en el hotel y tengan pagada su estancia, podrán estar hasta el último día si así lo prefieren. Estamos obligados a ello y damos todo tipo de facilidades para que tomen la decisión que consideren más adecuada».
Los hoteleros, sin embargo, aconsejan a los clientes que den por finalizada sus vacaciones en la Isla y regresen a sus países o ciudades de origen «porque a partir de hoy todo estará cerrado en Palma y en en la Isla».
Este cierre anticipado de establecimientos ha motivado que las empresas y trabajadores estén negociando regulaciones temporales de empleo (ERTEs) de 45 días, «pero se pueden prolongar más si la actual situación no cambia en los próximos meses»
La patronal FEHM y ACH mostraron ayer, precisamente, su preocupación por la seguridad laboral, por mantener la viabilidad de las empresas y poder tramitar los ERTEs al amparo de «fuerza mayor».
La presidenta de la FEHH, Maria Frontera, pide una mayor amplitud de medidas por parte del Gobierno: «Lamentablemente ya hemos sido excluidos en otras ocasiones de otras medidas y no queremos que vuelva a suceder».
Las patronales hoteleras solicitan que las medidas que adopte el Gobierno para las pymes y autonómos «se hagan extensivas a todas las empresas fijando los requisitos necesarios. Estamos ante una crisis global y las medidas también deben de ser globales, sin exclusión. Está en juego salvar el tejido empresarial para que pueda seguir generando empleo en el futuro».