Solo se autorizará la construcción de nuevos hoteles de un mínimo de cuatro estrellas, según figura el borrador del anteproyecto de ley. El texto señala que la administración turística competente permitirá nuevos establecimientos hoteleros a partir de cuatro estrellas o la ampliación de los ya existentes de estas categorías siempre que se recurra al banco de plazas. Es decir, previamente será preciso haber dado de bajas un número de plazas equivalentes. El Govern o los consells podrán tener en cuenta índices de congestión de la zona en que se quiera ubicar el nuevo establecimiento.
Uno de los pilares sobre los que se sustenta la ley es que los empresarios podrán presentar una declaración responsable para realizar obras de reforma o de ampliación –cuando estén permitidas– en lugar de esperar a tener todas las licencias. Se establece la posibilidad de dispensar del cumplimiento de algunos de los requisitos de forma muy excepcional y será una comisión quien decida las posibles dispensas.
El Ejecutivo balear se reserva la facultad de dispensar de forma directa el cumplimiento de los parámetros urbanísticos «cuando por la singularidad, importancia y significación de un proyecto de arquitectura o ingeniería elaborado por arquitectos, ingenieros o artistas de afamado renombre y prestigio internacional, resultase un marcado interés y una notoria conveniencia por el atractivo que pueda suponer para la isla en que estuviese proyectado, el Consell de Govern de les Illes Balears previo expediente motivado», según señala el borrador de la ley.