La construcción de viviendas a un precio asequible es misión imposible en Baleares y esa es una realidad que no solo se va a mantener, sino que va a recrudecerse en los próximos cuatro o cinco años. Así lo ve la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Balears (PROINBA), que además estima que para cubrir la demanda habitacional existente a día de hoy harían falta 20.000 viviendas más. Presidente y vicepresidente de la asociación, Luis Martín y Óscar Carreras, dieron a conocer estos datos acompañándolos de un mensaje de advertencia sobre la situación de emergencia habitacional que se va a vivir en un futuro cercano. De las 2.000 viviendas que cada año se construyen en Balears, aseguran, solo un 10 % podría considerarse de precio asequible para la clase media y eso es, según sus valoraciones, viviendas de entre 250.000 y 300.000 euros y 70 metros cuadrados. Por un precio inferior, directamente «ya no se construyen».
«Necesitamos suelo a precio razonable», afirma Martín para explicar que la escalada de precios desatada con la guerra de Ucrania no ha hecho más que empeorar las cosas y que embarcarse en una promoción de viviendas sea un auténtico tiro a ciegas para su sector por la enorme volatilidad de los costes. «No sabemos cuánto se va a poder seguir encareciendo todo y en muy poco tiempo». Dadas las dificultades para la obra nueva, la reforma es lo que más se estila. De hecho, por cada vivienda nueva que se construye anualmente se producen diez transmisiones de inmuebles de segunda mano.
Entre las opciones para dar respuesta a la demanda habitacional, Martín apunta a la creación de VPO, aunque «aún faltan años para eso». En ese sentido, desde Proinba se demanda una intervención de la Administración para facilitar un terreno de juego menos hostil al crecimiento habitacional, básicamente con reformas normativas que garanticen la seguridad jurídica y la agilización de las tramitaciones. Asimismo, es necesario una reordenación del suelo, «y si no se puede crecer a lo ancho habrá que hacerlo a lo alto». En ese sentido, habla de una «labor de cirugía» para aumentar las alturas en determinadas zonas y hacer «una ciudad más densa y compacta, con viviendas más pequeñas y más altas».