El STEI, principal sindicato en la enseñanza pública de Baleares, ha abandonado la Mesa Sectorial convocada este lunes por el conseller d'Educació, Antoni Vera, para tratar las medidas que anunció el viernes sobre la elección de lengua. «La reunión era puramente informativa y los sindicatos estamos para negociar», ha dicho el portavoz del STEI, Lluís Segura, tras salir de la reunión, donde el reto de sindicatos continúan reunidos.
«Cualquier medida se tendría que tomar con los sindicatos y la comunidad educativa, que que no estaría de acuerdo porque introduce un conflicto que no existía en las escuelas», ha insistido Segura, que ha señalado que estarán atentos «hasta qué punto lo llevan». El STEI ha sido el primero en intervenir en la reunión porque tiene más representación, pero es posible que otros sindicatos, como UOB, también decidan plantarse.
El sindicato ANPE, segundo con más representación, sigue reunido, pero ha enviado un comunicado en el que explica que han pedido que se negocie la iniciativa del Govern, tras la previsible aprobación, este próximo martes del techo de gasto en el Parlament. Cabe recordar que estas medidas educativas se han dado por presión de Vox, que se negó a apoyar al PP en la Cámara para aprobar el techo de gasto.
ANPE apuesta por seguir trabajando en solucionar los problemas «reales» que acontecen en las aulas. El presidente de ANPE, Víctor Villatoro, ha pedido al Ejecutivo que apuesten por mantener una legislatura «tranquila», ya que en estos momentos, «la libre elección de lengua es inaplicable si atendemos a la organización actual de los espacios y medios existentes en los colegios públicos de las Islas».
«Aunque la Administración nos haya asegurado que se respeta la normativa actual, se tiene en cuenta la opinión de los claustros y se recoja la autonomía de centro, desde el sindicato hemos advertido que la falta de infraestructuras no permitiría nuevos inventos pedagógicos, donde este proyecto piloto voluntario no tendría cabida», según ANPE.
El sindicato cree esencial «evitar confrontaciones lingüísticas innecesarias» y ha instado al Govern a continuar trabajando para resolver «problemas reales».