Los restos humanos que fueron hallados hace casi tres años en el islote de s'Espalmador, situada entre Eivissa y Formentera, corresponden a cuatro personas que vivieron durante el siglo XVI. Este es el primer resultado de los análisis a que fueron sometidos los huesos enviados al Laboratorio de Datación por Radiocarbono de la Universitat de Barcelona. Los técnicos han fechado entre los años 1437 y 1544 el momento de la muerte de estos cuatro individuos, quienes, según las investigaciones, sufrieron una muerte violenta.
La historia de estos restos humanos se remonta al mes de noviembre del año 1996, cuando un turista alemán que paseaba por el islote de s'Espalmador hizo un descubrimiento que le sorprendió. Se trataba de los esqueletos de cuatro personas de los que se desconocía su origen y el tiempo que podía hacer que llevaban en aquel lugar. Este turista alertó inmediatamente a la Guardia Civil, la cual se puso en contacto con la Conselleria de Cultura del Consell Insular para que su equipo de arqueología realizara una prospección en la zona.
Joan Ramon Torres, máximo responsable de este departamento, no se encontraba en la isla, por lo que esta Conselleria se puso en contacto con Jordi Fernández, director del Museu Arqueològic d'Eivissa i Formentera, quien, junto con otras dos personas y durante cuatro días, realizaron una primera prospección de la zona circundante, sin lograr ningún resultado positivo que permitiera datar el origen de los restos humanos recién descubiertos.
Entre las primeras hipótesis que se barajaron entonces estuvo la de que estos esqueletos podían corresponder a cuatro personas muertas durante la Guerra Civil, aunque, para mayor seguridad, parte de los huesos fueron remitidos al Laboratorio de Datación por Radiocarbono de la Universitat de Barcelona para que fueran analizados en profundidad a través de las pruebas de Carbono 14.
Ahora, este laboratorio ha finalizado su tarea y sólo se está a la espera en Eivissa de recibir el análisis antropológico para terminar de perfilar el estudio general de los restos. El laboratorio barcelonés recibió material óseo del hallazgo que varió entre los 274 gramos obtenidos de uno de los individuos hasta los 588 gramos remitidos de otro de ellos.