El pintor ibicenco de origen granadino Adrián Rosa quedó gratamente sorprendido por el número de asistentes a la inauguración de la exposición que presenta hasta el día 16 en la Sala de Cultura de «Sa Nostra» de Eivissa: «Como tengo muchos amigos siempre viene mucha gente, pero esta vez han sido más que nunca. Fue muy grato, pero terminé agotado», explicó a este periódico. Desde el punto de vista profesional, lo que más le satisfizo fue la opinión de sus colegas pintores: «Sus comentarios fueron muy buenos; que pintaba mejor que nunca y cosas que me da vergüenza decirlas por pudor. Hacía tres años que no veían mis cuadros y les causó una sorpresa agradable».
Aunque no cree Adrián Rosa en los cambios radicales de estilo, sí que reconoce y aprecia la evolución de su estilo: «Ahora estoy profundizando en la etapa que comencé en 1995, una línea muy geométrica, basada en la arquitectura ibicenca y en donde intervienen los diferentes puntos de vista del cubismo. Recuerda un concepto muy mío del mural, que viene de Piero de la Francesca, el propio cubismo y los muralistas mexicanos», afirmó. Una etapa en la que la figura humana «no desaparece del todo, pero sale muy poco y más estilizada que antes». De momento -aseguró- quiere seguir en esta línea: «Aunque nunca se sabe; mientras estamos vivos se puede cambiar, sólo cuando nos morimos nos repetimos al cien por cien».