Estos días, en la Fundació Pública per a la Música de Balears se trabaja a fondo. El cese del gerente, Carlos Rubio, ha llevado a los responsables de la Orquestra Simfònica a replantearse la programación prevista para la presente temporada, que será inferior en número a la pasada. También queda pendiente la elección del nuevo director titular, que la Junta Rectora de la Fundació anunciará esta misma semana.
Independientemente de quién vaya a llevar la batuta de la Orquestra, la programación de la temporada de conciertos de abono no podrá sobrepasar los catorce, según ha comentada Gori Marcús, que desempeña temporalmente las funciones de coordinador, siendo ya el presidente de la comisión artística.
Las arcas de la Fundació sufren un déficit: «Habrá que hacer un reajuste en la temporada adecuado a las posibilidades económicas», señaló Marcús, quien dijo que aunque se disminuya en número no sucederá lo mismo con la calidad de los conciertos programados para la temporada.