El patrimonio subacuático, integrado por galeones hundidos y restos arqueológicos de gran valor, cuenta desde el viernes con el primer instrumento jurídico internacional para protegerlo de los expolios y saqueos de que es víctima, gracias al Convenio adoptado por la Conferencia General de la Unesco. Tras cuatro años de difíciles negociaciones, los países miembros de la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) aprobaron por 87 votos a favor, cuatro en contra y 15 abstenciones el Convenio sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático.
España, Italia y Portugal fueron tres de los países más activos en favor del documento, que contaba con la rotunda oposición de la Federación Rusa y de Estados Unidos, este último en calidad de observador ya que dejó la Unesco en los años 80. Se da la coincidencia de que vienen de Estados Unidos muchos de los que, equipados con tecnología avanzada y aprovechando el vacío legal existente, saquean los restos hundidos en el mundo.
Varios países, como Turquía, lamentaron ayer no haber tenido más tiempo para discutir el documento de base, elaborado por 350 expertos de 90 países; y otros Estados, como Suecia, lamentaron que no se hubiese llegado a un consenso universal.