La lengua catalana vive en Balears una etapa de «claroscuros», porque mientras aumenta su uso institucional, disminuye su utilización en las relaciones sociales, según explica a Efe el director general de Política Lingüística, Joan Meliá. Meliá considera que eso se debe a «los movimientos migratorios» que se han producido en los últimos cuatro años, que han propiciado un aumento de población no catalano-parlante. El resultado ha sido, añade, que la población de habla catalana «se ha estancado en el 70 por ciento y un poco más bajo en el caso de las Pitiüses».
El director general agrega que actualmente las instituciones «están realizando una importante labor para impulsar la normalización lingüística a través de las escuelas, cursos para adultos y medios de comunicación». Esto ha provocado que «la mayoría de los niños de Eivissa y Formentera hablen catalán y que cada vez más adultos sepan escribirlo».
Pese a ello, el número de personas que la tienen como primera lengua son cada vez más y, por tanto, «su uso en las relaciones sociales ha sufrido un retroceso». En este sentido, el responsable de Política Lingüística afirma que en las Pitiüses la normalización «sufre un retroceso al mismo tiempo que avanza» lo que hace «que tengamos que tener la luz de alarma constantemente encendida». El objetivo del Govern balear, concluye Joan Meliá, es fomentar la cohesión social, para lo que es necesario el uso de la lengua propia de las Balears, dice tras advertir que «la normalización lingüística no se hace en contra de nadie, sino en beneficio de todos los que viven en las Balears».