La exposición «Vermeer y el interior holandés», que los Reyes inauguraron ayer en el Museo Nacional del Prado, ofrece por primera vez en España nueve obras del pintor holandés del siglo XVII Johannes Vermeer, de cuya escasa producción no hay presencia en las colecciones españolas. El director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, dijo ayer que «es un honor recibir a Vermeer en el museo», en una exposición que ofrece un recorrido por la pintura de interior holandesa y profundiza las relaciones artísticas que existieron entre el maestro holandés y algunos de sus contemporáneos.
«Vermeer y el interior holandés» reúne una selección de 41 lienzos, todos de pequeño formato, de los que 32 corresponden a pintores de interior de los Países Bajos, algunos más conocidos que el propio maestro en su época, como Gerard ter Borch, Gabriel Metsu, Gerrit Dou y Pieter de Hooch. La exposición ofrece «un sugerente panorama de la pintura holandesa del siglo XVII», los temas tratados en los lienzos por los diferentes artistas son muy similares lo que «permite subrayar la intensidad» de los trabajos de Vermeer, añadió Zugaza.
El director del museo elogió el esfuerzo del equipo de El Prado responsable de la muestra y dijo que esta exposición se planteó desde un principio sobre la idea de presentar nueve lienzos de Vermeer y una selección de sus contemporáneos holandeses, «ejemplos suficientes para dar a conocer la identidad del artista y sus contemporáneos».
Johannes Vermeer (Delft (Holanda) 1632-1675), máximo representante de la escuela holandesa del siglo XVII, en la que destacó por su extraordinaria calidad, pintó pocos cuadros y repitió los modelos a lo largo de su vida con pequeñas variaciones sobre escenas cotidianas, disponiendo las figuras en reducidos espacios y repartiendo la luz por todo el lienzo.