Las excavaciones arqueológicas realizadas en la Casa de la Cúria y el edificio adjunto, conocido como la Casa de la Flora, han desvelado importantes restos arqueológicos de los siglos XII al XIV. Según explicó ayer la arqueóloga Glenda Graziani, encargada de los trabajos, lo que se ha recuperado «es un espacio que en tiempos de la conquista cristiana entró en desuso, situado entre torres y en la línea de la muralla medieval del siglo XII». Tales excavaciones preceptivas son un paso previo a las obras de remodelación de la Casa de la Cúria, que albergará un centro de interpretación para los visitantes de Dalt Vila, dentro del proyectos de museización de la zona que está realizando el Ayuntamiento de Eivissa.
Los restos más relevantes son un tapial del siglo XII en muy buen estado de conservación; un muro que sigue la línea de la muralla medieval, y varias estructuras de viviendas adosadas a él. También se han encontrado en una cisterna del sótano de uno de los edificios restos humanos del cementerio que existía en la plaza de la Catedral, conocida anteriormente como de la Torreta o del Mirador.
En 1966 el Ayuntamiento cedió el Edificio de la Curia al Ministerio de Cultura «para que fuese un anexo de la Casa de la Universitat. A principios de los 70 se hizo una modificación al edificio y quedó como estaba hasta ahora, en desuso y muy deteriorado. Cuando entramos en 1999 en el Ayuntamiento solicitamos a Cultura la reversión de la propiedad al Ayuntamiento para que albergue un centro de interpretación de la historia antigua de Dalt Vila y la recepción de los visitantes», explicó ayer la concejala de Cultura, Lurdes Costa. «El proyecto definitivo lo hará el arquitecto Antoni Marí en base a los estudios históricos y lo encontrado en las excavaciones, para que forme parte de la visita a la Casa de la Curia», añadió.
Según explicó Rosa Guerrea, técnica arqueóloga del Ayuntamiento y directora de las excavaciones, la Casa de la Curia «fue siempre la casa de las Cortes; es decir, de las tres Curias; y hasta principios del siglo XX fue Juzgado». Otros usos que ha tenido el emblemático edificio el pasado siglo han sido los de anexo del Museu Arqueològic para acoger exposiciones temporales, cantina militar y hasta domicilio particular.
Una vez esté listo el proyecto (no se sabe la fecha), se adjudicarán y ejecutarán las obras del futuro centro de interpretación, «en el que se podrán ver las viejas murallas y se entenderá lo que era la ciudad medieval», concluyó Costa.