El futuro centro cultural de Santa Eulària contará con una escultura de Carlos Sansegundo en homenaje a Juan Contreras y López de Ayala, más conocido por su título nobiliario del marqués de Lozoya. El pintor y escultor cántabro, miembro del Grupo Ibiza 59, cumplirá con este trabajo un encargo del Ayuntamiento de Santa Eulària para honrar al ilustre personaje, que durante muchos años residió en una hermosa vivienda del complejo que rodea el Puig de Missa. Precisamente, fue gracias a su intervención por lo que el conjunto se salvó de la especulación inmobiliaria, ya que al ser nombrado en la década de los sesenta director general de Bellas Artes consiguió que fue nombrado «Lugar pintoresco».
Según explicó ayer a Ultima Hora Ibiza y Formentera Carlos Sansegundo, el proyecto de hacer un monumento en recuerdo del Marqués de Lozoya ya tiene algunos meses. «Fue una idea de Antonio Matutes, que fue muy bien recibida por el alcalde de Santa Eulària. Tuve una reunión con él y con la arquitecta municipal, Marta González y fue ella la que eligió una de las varias propuestas que le presenté. Luego hablé con Vicente Riera, el teniente alcalde, y parece que la cosa va adelante, pero no tengo todavía ninguna confirmación al respecto».
Puestos en contacto con el primer teniente alcalde del Ayuntamiento de Santa Eulària, éste confirmó ayer la información de Sansegundo. «La arquitecta está de vacaciones, cuando vuelva nos reuniremos de nuevo para tomar la solución definitiva», precisó Riera, añadiendo que le parecía de justicia que el municipio honrase a un vecino tan ilustre y enamorado de la isla como fue el marqués de Lozoya. Sería, pues, el segundo homenaje, ya que hace unos años el Ayuntamiento le puso su nombre a una calle.
Juan de Contreras demostró su cariño por la isla en distintas ocasiones. Por ejemplo, organizando en Madrid una exposición a Antoni Marí Ribas (Portmany), o respaldando con su autoridad el conocimiento de los pintores Puget. Además, también participó en algunas de las Semanas Culturales que organizaba el colaborador de este periódico Vicente Ribas. En el perfil que hizo del personaje en su sección «La memoria indiscreta» (2 de septiembre de 2001), cuenta que el marqués de Lozoya dirigió la educación cultural del Rey Juan Carlos cuando aún era príncipe, «de ahí que el monarca guardase una estrecha relación con él, por eso concedió al título de su marquesado la categoría de 'Grande de España', una vez coronado Rey y en reconocimiento a su labor». Más adelante, Ribas añadió: «Cuando el marqués se jubiló venía más a menudo con su esposa, Constanza, y sus dos hijas, las actuales propietarias de la casa de Puig de Missa, un edificio en el que he de señalar que don Juan hizo todo lo posible por mantenerlo al más puro estilo ibicenco, con austeridad en la decoración y un mobiliario totalmente payés, reflejo de la sencillez y modestia de su propietario».