La primera colaboración entre el Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE) y el Centro Penitenciario de Eivissa ha dado como resultado un mural de 5,5x2,5 metros realizado entre Gary Cook y los internos Francisco Camacho y Valentín Belmonte. «Ha sido una experiencia cantidad de bonita. Me gusta dibujar y poder salir del módulo. Soy monitor de dibujo y ha estado muy bien trabajar con un artista como Gary; esperemos que no sea la última vez», comentó Belmonte. «La experiencia ha sido guapa; despejar la mente haciendo algo innovador, y tener un poquito de libertad saliendo del módulo», aseguró Camacho, su compañero.
La idea fue del artista británico residente en Eivissa desde hace 15 años. «Lo propuse para el museo, pero al final ha tenido que ser aquí. El diseño es muy sencillo y fácil de pintar. Lo único que yo hice fue dibujarlo con lápiz y los chicos lo fueron pintando al óleo de arriba abajo», explicó Gary Cook, añadiendo que la obra «tiene cierto simbolismo para mí, pero no quiero comunicarlo; no es importante para la gente».
No es la primera vez que el pintor y escultor británico colabora con la cárcel ibicenca. «Hace ocho años pinté otro en un patio, pero me dicen que ya está borrado; y hace más tiempo, 20 años, hice un mural en una prisión de Australia con una veintena de internos». Proyectos que quisiera que tuvieran continuidad: «Me gustaría hacer más trabajo de este tipo con los internos pero fuera de la cárcel, aunque sea con ex-presos o con algunos que tengan permiso de salida. Sería una segunda etapa de este proyecto; ya tengo seleccionadas y fotografiadas muchas paredes que son buenas para pintar cosas como estas», añadió.
Por su parte, la directora del MACE, Elena Ruiz, aseguró que «desde el punto de vista didáctico me parece que es una obra ejemplar que cumple el objetivo de hacer participar en el museo a todo el que quiera; un concepto importante». «Creo que los dos internos han sabido realizar su trabajo con una sensibilidad propia de una persona que siente el arte muy próximo».