Hasta el próximo día 24 estará abierta al público en la sala municipal de exposiciones de Santa Eulària una muestra antológica de tres décadas de creación del ceramista ibicenco Antoni Ribas Costa 'Toniet' (Sant Jordi, 1955). Titulada «El llenguatge del fang», la exposición, organizada por el Museu d'Etnografia de Eivissa y comisariada por Susana Cardona, conservadora del museo y coordinadora de sus actividades culturales, reúne más de una treintena de trabajos, principalmente de esculturas y murales.
-¿Cómo ve su trabajo con 30 años de
perspectiva?
-La verdad es que uno empieza ya a reflexionar sobre el paso del
tiempo; y llego a la conclusión de que si tuviera que repetir el
viaje vital, elegiría el mismo que he hecho hasta aquí.
-¿Con los mismos compañeros de viaje?
-Pues sí; y el mismo barco.
-¿Y los mismos maestros?
-También. Ha sido una generación que me marcó el rumbo, que es lo
más difícil de emprender en la vida: tomar un camino y que sea el
propio de uno. La ayuda de Gabrielet fue muy importante en este
aspecto.
-¿Cómo ve en conjunto su evolución
creativa?
-Creo que ha sido una evolución natural; aunque, claro, te marca lo
que ves, lo que sientes, lo que oyes... Todo eso supongo que debe
dejar huella en tu forma de trabajar. Pero la evolución de mis
trabajos más personales está muy conectada a mi vida personal, a mi
entorno, a la gente con la que me relaciono todos los días. Es una
parte integral de mi vida.
-¿Qué es para usted la cerámica, arte o artesanía?
-Siempre he defendido la cerámica, pero no me ha preocupado nunca definir si es arte o artesanía. Si haces algo que te gusta no te planteas a nivel sociológico lo que esto puede representar. Eso es algo ajeno a mi juicio; que lo digan los críticos.