Los resultados comerciales, derivados de los contactos mantenidos durante la celebración de la Feria del Libro de Francfort, son el resultado del trabajo realizado por los empresarios durante los días, semanas, o incluso meses previos a la edición del encuentro editorial.
Algunos señalaban hace días, con el objetivo de explicar el verdadero trasfondo de la feria, que los verdaderos contratos multimillonarios se cierran más allá de los 171.790 metros cuadrados que se dedican al espacio expositivo en la prestigiosa feria. Sin embargo, son miles las negociaciones que terminan materializándose en la feria de los editores.
Las 18 editoriales de las Islas (entre ellas la ibicenca Mediterrània) vuelven a casa con el trabajo hecho. Compra y venta de derechos de autor y promoción de obras ha centrado, fundamentalmente, la labor de los baleares, no menos que las de los empresarios de los otros países asistentes.
La editorial Lleonard Muntaner ha trabajado con la italiana Adelfi para la compra de cuatro libros y traducirlos al catalán; Edicions UIB ha hecho lo propio para la coedición, con la editorial Reverté, de un libro de hidrocarburos de temática universitaria; la editorial Miquel Font ha establecido contactos con editoriales de otros países, al igual que la editorial Moll. Asimismo, han sido muchos los editores que se han dedicado a la promoción y han aprovechado su estancia en Alemania para preparar su participación en otros encuentros similares. Además, los editores baleares también han puesto los ojos en otros mercados; como Dolmen, que ha mantenido contactos con empresarios japoneses para la compra de derechos de la producción de los cómics manga.