Rubén Ruibal, dramaturgo gallego en paro, y «amo de casa» en la actualidad, ganó ayer el Premio Nacional de Literatura Dramática con Limpeza de sangue, una obra escrita en gallego que no ha llegado a representarse nunca y en la que el autor reflexiona sobre la enfermedad y la amistad. Este galardón, que concede el Ministerio de Cultura y que está dotado con 15.000 euros, se suma al Premio Alvaro Cunqueiro de Textos Teatrales que obtuvo en 2005.
Ruibal (Ribadeo, Lugo, 1970) lleva en paro desde que cerraron la compañía Teatro de Aquí tras la muerte en 2002 de su director, el dramaturgo gallego Roberto Vidal Bolaño, con el que el premiado había trabajado durante diez años. Por eso, ayer Ruibal no acababa de creerse que hubiera ganado el Nacional de Literatura Dramática, y cuando lo llamó el ministro de Cultura, César Antonio Molina, para darle la noticia pensó que «era una broma de unos amigos del mundo del teatro».
Ruibal se considera un claro ejemplo de «lo complicado que es en Galicia sobrevivir a los autores que escriben en gallego, a no ser que seas escritor y empresario a la vez».