El programa de las actividades con la que el Ayuntamiento de Eivissa se adhiere al Any Jaume I, con motivo del 800º aniversario del nacimiento del rey conqueridor en Montpellier (Francia), incluye una exposición en el Arxiu Històric de Eivissa de documentos relacionados con la conquista catalana de las Pitiüses, cuya fecha central fue el 8 de agosto de 1235. Exposición complementaria de la muestra bibliográfica que se presenta estos días en la Biblioteca Municipal de Eivissa, en Can Ventosa. «Esta semana ya hemos empezado a organizar visitas escolares guiadas a escuelas e institutos que lo soliciten; como hacemos siempre, pues una de las funciones más importantes de este tipo de exposiciones es su carácter pedagógico», explicó a este periódico la responsable del Arxiu Històric, Fanny Tur.
La exposición de documentos históricos del Arxiu (en Can Botino) está repartida por cinco vitrinas, cuyo contenido está explicado en unos breves textos. Una de ellas contiene dos elementos llamativos: «Las mazas de plata de la antigua Universitat. Son del siglo XVIII, de cuando ya no existía este antiguo órgano de gobierno de las Pitiüses, pero llevan el escudo de la Universitat», precisó Fanny Tur. «También hay una edición facsímil del Llibre dels Fets en francés, porque Jaume I nació en Montpellier (Francia) y la antigua Corona de Aragón (su reino) abarcaba también el sur de Francia. Y en la vitrina donde están varios documentos de la Universitat, la hemos ampliado con otros que están recién limpios y recién tratados», precisó la directora del Arxiu.
Para conocer la vida y los hechos de Jaume I, acaso el documento más interesante sea el Llibre dels Fets o Crònica, en los que el rey narra, de forma autobiográfica, su vida y las gestas más importantes de su reinado (sobre todo las conquistas de Mallorca y València). La historia comienza con su nacimiento y acaba con su muerte. El prólogo y el epílogo fueron escritos una vez muerto el rey por alguien de cultura superior, como demuestra su erudición y la perfección estilística.
La intención didáctica y el sentimiento religioso se reflejan a lo largo de toda la Crònica. El rey no siempre narra la historia militar y política, sino que a menudo da noticia de los hechos cotidianos de su vida y pistas de los rincones más íntimos de su personalidad. Un libro en el que se hace uso de un lenguaje vivo y popular (refranes, dichos, expresiones coloquiales...) y de la lengua propia de los personajes que aparecen en la crónica: catalán, castellano, aragonés, árabe y francés, entre otras.