El Museu del Puig des Molins acogió ayer la cuarta ponencia de las XXIV Jornades de Arqueologia, dedicada a El vellocino púrpura: tejidos y tintes como objetos de lujo en la colonización feniciopúnica; por Enrique García Vargas, de la Universidad de Sevilla. Las jornadas se clausurarán hoy viernes (20,00 horas) con la conferencia que Helène le Meaux, de la Universidad de Pau (Francia) ofrecerá sobre Los marfiles peninsulares del principio del primer milenio aC: estado de las cuestiones.
En su exposición, García Vargas explicó que, según algunas versiones, «el famoso vellocino de Jasón fue en realidad de color púrpura. Lógico, puesto que púrpura y oro tienen un estatus similar como materias incorruptibles asociadas a la divinidad y la realeza», precisó el experto, informando que los testimonios más antiguos de la producción de púrpura surgen en Canaán.
Tras la caída del poder asirio en Mesopotamia, la púrpura y los metales seguirán desempeñando un papel de primer orden en el comercio oriental, actividad en la que los griegos comienzan a destacar al final de siglo VII dC.