El ciclo El documental del mes, que organiza el Govern balear, dedica su entrega de este mes de junio a Alan Lomax (1915-2002), con el trabajo del director holandés Rogier Kappers Lomax, the songhunter (Lomax, el cazador de canciones). Un documental que hace un amplio recorrido por la vida del prestigioso musicólogo norteamericano, que pasó buen parte de su vida viajando por el mundo y recogiendo los sonidos de las músicas tradicionales de cada lugar. Como hizo al principio de los años 50 en Eivissa, Formentera y Mallorca. La cinta está siendo proyectada este mes en las cuatro islas, en versión original con subtítulos en catalán.
Anna Lomax, la hija del musicólogo visitó Eivissa en 2004 en compañía de la musicóloga Judith Cohen, con quien trabajó en la serie de CDs de las grabaciones que hizo su padre. Según apuntó entonces a este periódico, Alan Lomax guardó buenos recuerdos de su paso por las Pitiüses. «Le impresionó el cantar del redoblat y otros estilos realmente únicos. Nunca había oído nada igual, estaba fascinado», precisó su hija, antropóloga de profesión y responsable del rico legado que dejó su padre.
Anna Lomax y Judith Cohen regresaron en 2006 para presentar en Eivissa y Formentera un libro y un disco del material que recogió en 1952 Alan Lomax de las Islas: Mirades, con una selección de las fotografías que tomó como complemento de sus grabaciones, y el disco The Spanish Recordings. Ibiza & Formentera, dentro de la serie The Alan Lomax Collection (Rounder Records).
Resumen de una vida
La historia del documental Lomax, the songhunter, realizado por Rogier Kappers en 2004, hay que situarla en 2001, un año antes de que muriese el musicólogo norteamericano. Kappers visitó entonces a Lomax, quien se encontraba ya enfermo y apenas tenía la posibilidad de hablar. Ante tal panorama, el cineasta holandés optó por iniciar un viaje a la búsqueda de los protagonistas de las recopilaciones de canciones y músicas de todo el mundo.
Una labor difícil, ya que Lomax era una gran cazador de personas anónimas y de las músicas menos institucionalizadas. Tomando como guía su diario de ruta, Kappers viajo por toda Europa con una vieja furgoneta tras las huellas del musicólogo, recogiendo numerosas anécdotas y testimonios de la vida el protagonista, lo que le permitió conocer un poco mejor quien fue Alan Lomax y qué representó para el mundo de la música folklórica.
El documental lleva al espectador por pueblos del norte de España y por la zona de Pontevedra, pero, desgraciadamente, no recala en el archipiélago balear. Un trabajo que desde su estreno ha recibido varios reconocimientos, como el Premio Gouden Kalf (Vaca de Oro) al mejor documental holandés del año, en el Festival de Cine Holandés de Utrecht (Países Bajos, 2005). También ha sido presentado en los festivales de Amsterdam, Melbourne y Colonia, entre otros.