El centro cultural de Can Ventosa acogerá a las 19,30 horas de mañana domingo el concierto de Gerard Quintana que cierra su gira Deterratenterrat, nombre del exitoso último disco del polifacético músico catalán, merecedor del premio Enderrock al mejor disco de cançó d'autor del año. «Lo empecé a presentar hace como un año con un formato bastante teatralizado; pero en los últimos que hago, antes de meterme en nuevos proyectos, he recurrido a la forma esencial de las canciones. Así, la base del concierto será con el guitarrista Francesc Beltran, con quien trabajo desde hace 12 años; más algún que otro amigo que subirá al escenario a hacer alguna cosa», explicó a este periódico.
Un formato con el que el cantautor catalán se siente muy cómodo, «porque me permite deconstruir las canciones, meterme en sus entrañas y desmontarlas. Esto implica más comunicación con el público que en un concierto con banda, en el que con cinco o seis músicos en el escenario hace que todos estemos muchos más pendientes de los otros», señaló Quintana, añadiendo: «Me parece muy coherente y satisfactorio mostrar todo esto en Eivissa. El primer concierto lo hice en Girona, donde nací, en el Festival de Temporada Alta; y he pasado por Madrid, Palma, El País Vasco y Catalunya; pero me ha quedado la espina de presentarlo en Valencia, aunque ya buscaré una excusa para hacer allí pronto alguna cosita», aseguró.
Una velada variada
Aunque el disco Deterratenterrat «tendrá mucho espacio», Gerard Quintana señaló que también hará «un repaso a los 25 años que llevo en la música. Es otra de las cuestiones que hace que el guión sea bastante libre, porque como el repertorio es muy grande, intento cantar las canciones que me apetecen; y lo voy variando: desde los inicios con Sopa de Cabra a los proyectos que he hecho después, como Els miralls de Dylan, con Jordi Batiste, y otras colaboraciones, tal la que hice para el disco de Ressonadors, por supuesto».
Entre los proyectos que el músico tiene más o menos en marcha, figura precisamente una especie de balance de sus bodas de plata con la música. «No digo recapitular ni hacer un disco de grandes éxitos, pero sí hacer algo que cierre este círculo antes de seguir adelante. Incluso me estoy planteando una posible reunión de Sopa para uno o dos concierto. Sólo algo puntual, no para quedarnos; y también para satisfacer una demanda que hemos oído de gente que por la edad no llegó a vernos en directo pero conoce nuestras canciones».
Otros proyectos
Inquieto, creativo y «tan entusiasmado como el primer día», Gerard Quintana también tiene entre manos otros proyectos, «algunos de ellos intemporales, de hace ya varios años». Como una iniciativa de musicar textos de poetas del ámbito lingüístico catalán. «De momento tengo ya casi 100 poemas adaptados; es algo que voy haciendo como un hobby con algunos músicos que me encuentro», explicó.
Además, está trabajando en el proyecto De ciutat en ciutat, «que son canciones a través de un trayecto, como una ruta vital personal por ciudades que tienen un significado especial para mí. Una movida que me llevará más tiempo, porque me gustaría que cada parada tuviera su aportación». Y más cosas: «Estoy colaborando en un proyecto para un libro sobre las vivencias de estos últimos años; aunque no es una autobiografía. Estará en la calle en el otoño de 2011 o en la primavera del 2012, pues el trabajo ya está bastante avanzado». O, por último la televisión: «He participado en una serie de TV3, Divines, que se estrenará en enero; con Rosa Maria Sardà y Verónica Forqué. Yo hago un papel de reparto, algo que me ha resultado simpático como actor, que fue mi primera vocación antes de músico; llegando a hacer alguna película incluso. Se trata de una serie bilingüe, lo que está dando que hablar en Catalunya, pero a mí me ha encantado», concluyó Quintana.
Más cerca
Preguntado si considera ya a Eivissa, donde reside desde hace algunos años, como su segunda casa, Gerard Quintana contestó ilusionado: «Bueno, al final es casi la primera, porque el hecho de que mis dos hijos hayan nacido en la isla hace que eso pase por delante de muchas cosas y no tenga retorno».
El polifacético creador catalán vive por Sant Jordi, comprometido con la evolución y los problemas que afectan a Eivissa. Así pasó durante las protestas sociales contra la construcción de las autovías, en las que Quintana tuvo un papel activo a favor de la toma de conciencia ciudadana; y sigue la realidad social y política ibicenca con un notable interés, mostrando claramente siempre que le preguntan su opinión crítica hacía lo que sucede en la isla.